Antonio Gallardo

"Andaluces de la Unión Europea"

Daltonmanías

02 de noviembre 2008 - 01:00

Omaíta… ¿Cuando vengan los reyes les pueo peí un ordenaó?

¿Pa qué quieres tú un ordenaó, Nemesio? Pídele a los reyes que no permitan que quemen más retratos suyos.

Si no son esos reyes, omaíta. Yo te estoy hablando de los reyes magos.

Hijo, si los reyes magos no vienen por aquí hasta el mes de enero, Nemesio.

¡Omaíta, que no me gusta que me llames Nemesio que es nombre de marioneta con bigote!

Paco el Mecío se despertó y le dijo a Monalisa desde la mecedora:

Es verdá lo que está diciendo er niño, Monalisa. Yo lo llamo Fideíto porque está mu dergaíto de tanto comé pasta. Te has creío que el niño es un dentífrico.

¡Ya se ha dispertao opaíto de dormí la siesta!

Esto no es la siesta, Fideíto. Esto es la presiesta. La siesta se duerme después de comer.

Totá, Paco, que entre la siesta y la presiesta no se pué contá contigo pa ná.

Opaíto, le pueo peí a los reyes un ordenaó.

¿Y qué vas ha jacé tú con un ordenaó, Fideíto?

Po haré lo que el ordenaó me mande. Que pa eso es un ordenaó.

Bueno. Si tú eres capaz de obedecé a un ordenaó cuando el ordenaó te manda a hacé puñetas, déjame a mí dormí la siesta.

Opá, ¿Y por qué dice tú que la siesta tiene presiesta y postsiesta? ¿De ónde ha saco tú lo de la siesta?

Po de lo que hemos llegao a sé, ciudadanos de la Unión Europea.

En aquel momento entró de la calle María la Limpia:

¡Monalisa, que ya se ha pasao la crisis, hija! Le han puesto a los bancos la inyección de la gripe. Y to los bancos han dejao de tosé. Las inyecciones esas acaban hasta con la hipoteca. Desde mañana puedes tú ir a pedir un préstamo, y además del préstamo te dan un armanaque zaragozano.

El armanaque lo quiero yo de Fray Leopoldo

Paco el Mecío abrió los ojos de nuevo:

¿Qué está diciendo esta inconsciente, que se entera de tó al revé?

Estoy hablando de los bancos, Paco, que se han convertío al cristianismo y están dando dinero a to er que se lo pía.

Maria la Limpia, po yo le vi a pedí un ordenaó ar Banco de Santandé.

Tú te callas Fideíto, que lo primero es arreglá la casa. Mira, María, las cañerías no funcionan y a mí que desde jovencita me llamaban la Monalisa por lo escamondá que soy, ahora me veo tizná como los indios en son de guerra. Mucha higiene y mucho jabón Lagarto es lo que hay que pedirle a los bancos, además de cañerías y champú.

¿Y cuánto dinero dices tú, María, que prestan los bancos?

Los bancos prestan según la categoría que tengan los clientes. Si tú vendes castañas tostás el banco te proporciona el hornillo y el humo. Si tienes el Museo de Relojes te regalan uno de plexiglás. Si a la Duquesa de Arba le entra artrosis rodillera, le regalan la sillita de ruedas y a Carmen Téllez pa que empuje la sillita. Y si tú te llamas Paco er Mecío, porque estás to er día balanceándote en la mecedora y se te van a ir las patas pa tras, te regalarán además un colchón de espuma pa evitá los gorpes.

Oye, Maria la Limpia, se me ha quitao er sueño con el asunto de los préstamos. Menos mal que ya he dormío la presiesta.

Paco, déjate ahora de siesta, presiesta y postsiesta… ZP ha dicho que si no lo convían a la cumbre de las naciones, él habla con Obama, que es medio negro y medio gitano, y Obama nos va a levantá la Ciudá der Flamenco en un cuarto de hora.

Po que no se entere Bush, hija de mi arma, que tiene nombre de tranvía. Jeré no se pué queá con la Ciudá der Flamenco así, que como está ahora no se sabe si es un puré de la Cárcel antigua o las piscinas del los almoárabes.

Entró el marío de María la Limpia al que llamaban Chorro de Oro por los lavaos que su mujer le metía.

¡María de mi arma! ¡Que llevo una hora esperándote en la puerta del banco y ya me han peío tres o cuatro cupones que acaben en siete o en ocho!

Ya nos vamos, Chorro de Oro, es que estaba contándole a la prima Monalisa que ya habemos salío de la inflación y que la Nochebuena la vamos a pasá a base de pavos y bombones de la Preysler, que ya semos de la Unión Europeda.

No se dice la Unión Europeda, prima de mi arma.

Po si no se dice la Unión Europeda, se dirá la Unión Europea, que está mucho peó, porque nadie se debe peé cerca de otro.

¿Y es que no es verdá? ¿Los europeos no nos peemos como el resto del mundo?

Vamos a cambiá de conversación que están las cañerías rotas, que to estos males nos han venío de la palabra euro y el euro es el que nos ha dejao con la lengua pegá ar paladá y las manos pegá a la narí.

Opaíto, entonces, ¿pueo yo peí un crédito pa comprarme el ordenaó y le pido ademá a los reyes un regalo europedo?

¡Ya véis lo que estáis haciendo con la juventú de ahora! Hemos empezao con los pedos y desde ahora, los niños empezarán a decí Bilbado, barbacoda, afonida y Colisedo.

Paco, que así hablaba, sintió subir por su intestino bajo una especie de explosión remota.

¡Opaíto, se te ha escapado un pedo!

No, hijo, ha sido una explosión colonial.

¿Colonial de colonia?

Colonial de Colon, que por cierto sufría de diarreas.

María la Limpia y Chorro de Humo, se fueron sin despedirse, con los dedos en las narices para que no llegara a ellos la NASAl emanación.

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