Las primarias son terreno peligroso, lizas para Caínes y Abeles, pero al final se sale. Y mejor. Al PSOE no le salió mal, hoy gobierna y Pedro Sánchez se ha colocado el primero en las encuestas. El PP vuelve a subir, está adelantando a Ciudadanos, que se ha quedado tan descolocado como Rajoy tras la moción de censura. El sábado próximo, quien gane, sea Soraya o el otro Pablo, tendrá meses de luna de miel en los sondeos. Pero son dolorosas. El autor del vídeo contra Saénz de Santamaría debe desayunar carne cruda al alba y lleva más de diez trienios en el PP, porque hay que ser muy mayor para recordar aquella foto que Arenas se dejó hacer en plena campaña electoral junto al limpiabotas del Palace. El PSOE andaluz le hizo a Arenas un disfraz de señorito que la derecha más casposa del sur también compró porque siempre le vio como un advenedizo, un recién llegado a la caverna sin pedigrí ni apellidos, un reformista que les falló porque las primeras medidas de Rajoy contra la crisis le arruinaron la campaña de la victoria. Y ahí siguen agazapados, aunque a veces se les atraganta el vómito de bilis. Cuéntame quién eres tú. Pablo Casado no puede hacer otra cosa que desligarse del vídeo, el PP también tiene una terrible videoteca contra su padrino, el paseíllo de los Gürtel en la boda imperial de la hija, la foto de las Azores, ha sido ETA, créanme.

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