La semana pasada se armó un gran revuelo por la retirada de un cuadro de una galería de arte de Manchester en el que figuraban unas ninfas desnudas. Siguiendo los últimos delirios se falseó la noticia explicando que el cuadro había sido retirado porque cosificaba a la mujer, vamos porque las ninfas estaban desnudas y seduciendo. Pensé que quizás a la dirección de esa galería debía pasarle lo que a mí, que no le gustan nada los cuadros cursis de finales del XIX y principios del XX: ni los prerrafaelistas, ni el simbolismo ni el art Nouveau con sus jóvenes lánguidas de largas cabelleras. Pero; nada que ver, no es una cuestión de gusto.

Han rectificado la noticia y nos han explicado que la retirada del cuadro forma parte de un experimento artístico para estudiar la reacción del público y generar debate. Han grabado la retirada del cuadro y las reacciones de la gente porque quieren crear un espacio de conversación sobre cómo exponer e interpretar el arte. La gente deja sus comentarios. Miedo me da pensar en lo que pondrán porque la gente suele ponerse imaginativa e incluso grosera en estas oportunidades que brinda el ocurrente mundo artístico.

El arte sólo hay una manera de verlo y de enseñarlo, que es de forma personal y con criterio a través de un camino íntimo e intuitivo que no se puede aprender porque sólo podemos descubrirlo a través de nuestras propias emociones. Nunca he entendido a los grupos que deambulan por los museos y se empapan de las explicaciones pormenorizadas de un guía, pero son incapaces de mirar una pintura y dejarse llevar sin contaminaciones para sentir la emoción sin más.

Estamos muy acostumbrados a ver huecos de cuadros en los museos porque raro es el que no presta y recibe pinturas para sus exposiciones temporales. Así que he llegado a la conclusión de que no es casualidad que el cuadro retirado sea el de unas ninfas desnudas porque se quiere en verdad un falso debate entre el puritanismo y la defensa de la mujer. La noticia falsa era la verdadera.

Una mujer no se cosifica porque aparezca desnuda en un cuadro o porque lleve minifalda vulgar y un paraguas o no se cosifica más que si aparece muy bien vestida para la ocasión. Lo que cosifica a la mujer es la falta de libertad para decidir ella misma cómo vestirse o desnudarse y la mirada de los demás si es pobre, aprovechada o puritana, que lo mismo es. Tapando cuerpos y escondiendo cuadros no se arregla.

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