Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Notas al margen

David Fernández

Juego sucio

ESTA ciudad será lo que se proponga siempre que no pierda el objetivo que ha de tener en mente toda sociedad que se precie: forjar un futuro para los más jóvenes. A Jerez hay que quererla porque intentar entenderla hoy es imposible. Lo tiene todo y no tiene nada porque falta talento y compromiso y cohesión y sobra la tinta del calamar. La alejan de otras ciudades donde sí saben lo que quieren, los centímetros que separan el juego político limpio, del juego sucio y suicida, que conduce a la ruina. Cualquier excusa, por dolorosa que resulte, aquí es manoseada sin vacilar por unos y otros para obtener rédito . Si aquí el PSOE exige al PP que apruebe de una vez los Presupuestos, en Sevilla son los populares los que presionan a los socialistas, como si las razones y las situaciones no pudieran ser análogas y se pudiera engañar a los tendidos. Lo peor es que no distinguen y actúan igual frente a las cifras del paro o los informes de Cáritas, que son una radiografía de la situación por la que atravesamos. No todo vale. No es lo mismo criticar La Bulería que cruzar los dedos para ver si hay suerte y el botellón empaña la fiesta.

El último ejemplo disparatado lo hemos visto con la solicitud del preconcurso de acreedores en el seno del parque tecnológico a fin de garantizar su futuro. Antes de que se hiciera oficial, la Junta de Andalucía se lanzó al cuello del Ayuntamiento para culparlo de su insolvencia. El PTA hoy es incapaz de devolver las ayudas millonarias que le concedió el Gobierno para construir el Centro Tecnológico del Vino y el contenedor de empresas. Y el delegado del Gobierno andaluz en la provincia, Fernando López Gil, actúa como si acabara de llegar. Sabe que sólo se pretende ganar tiempo para reordenar las deudas, pero se lavó las manos en público, calificó de absurdas las explicaciones del PP y con su pulgar hacia abajo afeó al Ayuntamiento que no hiciera nada en tres años. ¿Y qué hizo la Junta antes de que sus vocales abandonaran el consejo del parque al no estar de acuerdo con el relevo del gerente?

El parque tecnológico Rabanales 21 de Córdoba, por citar un caso mejor gestionado, adoptó la misma medida para afrontar una deuda también millonaria, y nada dijo entonces la Junta. Como en Jerez, allí se llevaba tiempo avisando del desequilibrio en la contabilidad, pero por encima de todo Ayuntamiento y Junta pusieron la salvación del proyecto. Este tendría que ser el camino a seguir, sin puñaladas traperas. De hecho, la jugada en Córdoba resultó perfecta, puesto que alivió la deuda. Pero aquí, por el tono y los gestos, parece que a la Junta le alegra pensar que el parque se fuera a pique y que no salga a flote ni el proyecto en el que tanto ha trabajado la UCA para impulsar el Centro Tecnológico del Vino. Inaceptable. Tampoco el PP dice toda la verdad ni está a la altura al echar leña al fuego ante los dardos de López Gil. Lo que Junta y Ayuntamiento han de hacer es sentarse de una vez por todas y buscar el consenso para hacer viable un parque en el que ambas administraciones han invertido mucho esfuerzo y dinero, como para dejarlo ahora a la deriva por sus disputas. La crítica es necesaria y saludable, pero siempre que no se rebasen ciertos límites y se invite únicamente a la subversión sin más fundamento que el ansia de hacer daño.

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