Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

El márquetin inunda la actividad pública de tal manera que la crónica política se intoxica de propaganda tramposa. La hay en todas partes. El presidente Sánchez enfatiza tanto la solidez de un Gobierno cogido con alfileres, que en su última rueda de prensa en Chile ha dicho que “van a ser cuatro años más de Gobierno progresista, le pese a quien le pese”. Añadía que a algunos se le van a hacer muy largos, pero en realidad es él quien los alarga: a la legislatura le quedan tres años y cuatro meses. El tiempo pasa a gran velocidad; la XII legislatura andaluza de la mayoría absoluta de Moreno llega a su ecuador en junio, dentro de tres meses.

El viernes, en la celebración del Día de la Mujer en el que se ha consagrado la división del movimiento feminista, producida en 2022 por la ley trans, la asistencia ha sido mucho menor que en las históricas manifestaciones de 2018. La ruptura se ha producido por muchos motivos, no solo por el borrado de las mujeres, que propicia la ley trans según el feminismo clásico radical, sino también por la legalización de la prostitución si hay consentimiento.

La propaganda se utiliza con fines diversos; desde lanzar información relevante de interés general hasta hacerse un hueco en el debate público para llamar la atención. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se apunta a esto último con un estilo populista similar a Vox. Ha aprovechado para descalificar la revolución feminista ejercida en el anterior Gabinete por Podemos. Ya de camino, Ayuso sostiene que el feminismo de izquierdas ataca al hombre, a la familia y a la maternidad. En concreto, detalla situaciones en las que los hombres son más víctimas que las mujeres: accidentes de tráfico o laborales, adicciones, bajas militares o asesinatos. Y se pregunta cuándo es el Día del Hombre.

Todo eso, leído línea a línea, de un texto escrito por redactores cuyo jefe es el antiguo portavoz del Gobierno de Aznar. Miguel Ángel Rodríguez tiene una frase histórica en la hemeroteca al respecto. Cuando la Constitución cumplió 18 años dijo desde su cargo en La Moncloa que “si fuera mujer se pondría de largo y si fuese un ciudadano iría a votar”. Esa es la materia gris detrás del guion de Ayuso.

Detrás de los mensajes de Sánchez está el superministro de los tres poderes, Presidencia, Justicia y Relaciones con Las Cortes. Félix Bolaños está encantado de haber cerrado con Junts la ley de amnistía que exonerará a 300 imputados por el procés independentista catalán. Tan contento está que cuando lo anunciaba a la prensa, tuvo un acto fallido y se felicitó a sí mismo. Y añadió que se habían recogido en la última versión de la ley las recomendaciones de la Comisión de Venecia, del Consejo de Europa. Pero no ha habido cambio constitucional, ni hay consenso amplio, ni informe de los órganos consultivos. El márquetin, como la mentira, está al alcance de todos.

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