EL proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2012 en la provincia recoge partidas por valor de 260 millones de euros, un 58% menos que el ejercicio anterior. Este recorte, en la línea del que han sufrido otras provincias españolas, se dejará notar especialmente en las infraestructuras, pues muchos proyectos deberán seguir esperando su inicio o finalización durante algunos años más. Una de las actuaciones más esperadas en Jerez y la provincia, la llegada de la alta velocidad desde Sevilla, tendrá que seguir aguardando más de lo previsto a tenor de la partida que se anuncia para 2012: 19,4 millones entre ambas provincias. En el caso concreto de la ciudad, no aparecen ya partidas consignadas para retomar el importante proyecto de la Ciudad del Flamenco, ni tampoco para edificar la nueva y necesaria comisaría de la Policía Nacional. Poco más de 2,5 millones para el aeropuerto y 3,6 millones para el Centro de Inserción Social (CIS) representan apenas el esfuerzo inversor estatal en la quinta ciudad de Andalucía. A nivel provincial, y volviendo a los ferrocarriles, el recorte queda patente con los 517.200 euros que llegan a la línea de alta velocidad Bobadilla-Ronda-Algeciras, a todas luces insuficientes para que la obra avance a buen ritmo este año. Los puertos de Cádiz y Algeciras recibirán 32 y 37 millones de euros, respectivamente -40 menos que en 2011-, que no permitirán continuar su línea de crecimiento y desarrollo este año. Los Presupuestos confirman también la sospecha de que el programa de los Buques de Acción Marítima (BAM), sin un euro para la segunda fase en 2012, se encuentra casi paralizado, lo que lleva aún más incertidumbre al futuro de los astilleros de Puerto Real y San Fernando. En carreteras, las perspectivas son aún peores. La mayor partida, de 8,3 millones, es para conservación. Los proyectos pendientes reciben cantidades simbólicas. Así podríamos seguir. Son unas cuentas que, en sintonía con el 'tijeretazo' en todos los ministerios, auguran un año muy duro de ajuste, de freno al desarrollo, por mucho que desde el PP se culpe al Gobierno de Zapatero de la herencia recibida.