Obituario

Bertín Osborne

Carta de Bertín Osborne a Mercedes Domecq Ybarra

Hoy se ha marchado mi mejor amiga desde hace más de 40 años.

La conocí con 18 años y desde el primer día supe que ella era la mejor.

Siempre admiré a mi compadre Fermín por muchas cosas pero, sobre todo, por haber conseguido casarse con una señora de esa categoría.

Ese fue su mayor éxito en la vida y se lo dije infinidad de veces.

Mercedes era una señora infinita y con mayúsculas, era la mejor anfitriona y la bondad personificada.

Tenía ese sentido del humor socarrón y divertido… y era muy buena.

Era generosa y ayudaba a todo el que lo necesitaba… porque era muy buena.

Tenía el corazón tan grande que le rebosaba… de buena que era.

Cuando me contaba sus cabreos, se encendía como una estufa y de repente nos mirábamos y nos moríamos de risa.

Una vez, cabreada como una mona con mi compadre, me pidió que la llevara a Jerez desde Fuente Rey. Todo el camino renegando y jurando en hebreo hasta que llegamos a Jerez. Recuerdo que en un semáforo nos miramos, nos entró la risa floja y me dijo: “¿Nos volvemos?”

Allá que fuimos otra vez 'pa tras' y nos encontramos a Fermín sentado en el mismo sitio y viendo la misma película. ¡Ni se había enterado!

Genio y figura.

Hoy se nos ha marchado Mercedes. El vacío que deja es inmenso, y yo, que este miércoles tengo que presentar mi disco nuevo a los medios, no sé con qué cara lo voy a poder hacer.

Le quiero decir a sus hijos que me siento su familia, que son mis hermanos y que dentro de poco brindaremos por sus padres, juntos, como lo hemos hecho toda la vida.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios