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La esquina

josé / aguilar

Todo conspira en favor de Susana

YA escribí hace una semana que existe un argumento de gran peso para deducir que Susana Díaz -por cierto, oportuna y necesaria la defensa que hizo ayer de la Constitución- se inclina más bien por presentar su candidatura a la Secretaría General del PSOE: que nunca ha dicho que no. Si estuviera decidida a no dar el salto, ya habría zanjado la cuestión. Le habría bastado con tres palabras: de ninguna manera.

La lógica fijación de la atención pública en el Rey que se va y el Rey que viene no debería distraernos del avance que se produce cada día en la puesta en marcha de esta ambición socialista. Susana no ha dejado de moverse. Por persona interpuesta. Miren, sobre todo, en dirección a Juan Cornejo, secretario de Organización del PSOE andaluz, su número dos. Este hombre no respira si Susana Díaz no le da permiso. Lo que dice y lo que hace es lo que diría y haría la presidenta de la Junta si no se hubiese entregado al silencio estratégico.

Sigamos, pues, a Cornejo. Fue el primer socialista andaluz que anunció que le sonaba bien la idea de que el nuevo líder socialista se eligiera por todos los militantes y no por los delegados al congreso. Se hará así, aunque haya habido que rectificar sobre la marcha las normas congresuales. Es lo que conviene a la dirigente con más tirón y poder del socialismo actual. Luego se consiguió que la Ejecutiva federal eliminara el tope máximo de avales que puede presentar un candidato. Eso conviene a una secretaria general que lo fue por aclamación, disuadiendo a sus dos rivales (Luis Planas y el alcalde de Jun), que no pudieron ni reunir el mínimo de avalistas requerido. Más tarde ha salido adelante la apuesta más problemática del proceso: ¿es compatible la Secretaría General del primer partido de la oposición y la Presidencia de la comunidad autónoma más poblada, extensa y quizás conflictiva, a la que Susana llegó hace ocho meses sin pasar por las urnas? Por supuesto, Cornejo -o sea, Susana- contesta que sí. Y no está solo, lo mismo sostienen Zapatero, Chaves, Griñán y casi todos los barones territoriales. Eso es lo que le conviene a la seño andaluza. No hay tres sin cuatro: la última pieza de la operación es que una líder tan aclamada en un congreso no tiene por qué someterse luego a elecciones primarias (otro compromiso de congreso).

Si anda como un pato, vuela como un pato y nada como un pato, lo más probable es que sea un pato. Lo veremos pronto. Lo mismo me equivoco. Me gustaría

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