Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

La recesión y la crisis acaba con cualquiera. Más cuando la recesión es de tipo cultural y la crisis sobre todo es de valores. Claro ejemplo tenemos en la zona de Jerez, Sanlúcar y el Puerto, donde las cifras de paro son descomunales. Las incidencias de la crisis y sus consecuencias son las mismas que se harían palpables en cualquier sociedad de otras partes del mundo donde la supervivencia fuese el modus operandi diario. La dignidad tampoco se regala. No se puede vulnerar los derechos del ser humano por principio. La vida ya se encarga de vulnerarnos en sí misma. Más bien, las formas que tienen los humanos de occidente de complicarse el futuro.

Las castañas de otros tiempos son cada vez más de plástico, el pan nuestro de cada día es cada vez más congelado, el agua, si no es envasada acaba por ser causa de enfermedades y el aire de nuestras ciudades cada vez es más irrespirable. La naturaleza, como gran hermana de todos, nos avisa continuamente. El mensaje está claro y solo nosotros podemos cambiar el destino. Pero lo vulnerable se está extendiendo a modo endémico, y ya los hechos nos lo están demostrando. Ante actitudes barriobajeras y de poca elegancia, se está teniendo la poca vergüenza de hacer crítica de todo. No en vano, parece que es el deporte nacional. Los derechos y deberes de los seres civilizados se están enfrentando a los de las sociedades que estamos creando, poniendo en duda las sentencias de jueces y fiscales, agrediendo a profesores, enfermeros y policías, dudando de los diagnósticos de los médicos o de las hipótesis de científicos, astrólogos o químicos. Es por eso, lo que se dice a la ligera, que todo el mundo sabe de fútbol, de derecho, de medicina y de toros. Así, nunca avanzaremos, porque los especialistas se quedarán escondidos en sus cuevas viendo pasar cadáveres.

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