UNA madre, que vive en el centro, que tiene a su hijo en un colegio del centro y que se queja de la escasa oferta infantil que hay en el centro, me llamó ayer para preguntarme por el castillo hinchable instalado en el Alcázar y en el que había multitud de niños disfrazados disfrutando como enanos que son. Yo, que no tengo descendencia, ni había reparado en el armatoste, pero a su vástago le pirran, y quería saber si el fin de semana, que no hay 'cole', seguiría la atracción. Pues resulta que no, que el castillo de marras estaba allí por la fiesta infantil de inicio del Carnaval y el colegio en el que estudia su hijo no estaba entre los elegidos para participar del festín. Resignada, me preguntó por otros actos programados para niños por el Carnaval y casi me da un pipijerbi. Pues va a ser que no, reaccioné al rato. Creo que la cosa terminó dando saltos en la cama como si fuera el castillo hinchable, el niño disfrazado de indio y ella haciendo el indio. Qué remedio en este centro tan animado.