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Editorial

carlos navarro antolín

El Gobierno salva por ahora los PresupuestosEl fin de la ideología en Andalucía

Las cesiones del Gobierno a los nacionalistas no han sido, esta vez, excesivas, pero no dejan de ser un grano más en la gran montaña de los privilegiosMoreno sigue la senda de Ayuso en Madrid y de Feijóo en Galicia para comerse los terrenos del PSOE y de Vox

Erc y el PNV han vuelto a escenificar, una vez más, el tradicional cortejo con el Gobierno central para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Tras estar amagando hasta el último minuto con presentar enmiendas a la totalidad de las cuentas (lo que pondría al Ejecutivo en una dificilísima situación), finalmente han decidido dar por ahora vía libre al trámite de las mismas, a cambio de forzar cambios en la ley audiovisual para asegurar la mayor presencia de la lengua catalana en las plataformas audiovisuales (Netflix, por ejemplo) y ceder al Gobierno vasco la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV), que se convertirá así en la única autonomía que tendrá dicha competencia. De esta manera, el Gobierno de Sánchez consigue un importante balón de oxígeno para acabar la legislatura, aunque actualmente su principal escollo se encuentra dentro del mismo Consejo de Ministros, debido a las tensiones acumuladas entre PSOE y Podemos por la reforma laboral. Bien mirado, las cesiones de Sánchez a estas dos formaciones nacionalistas no han sido esta vez excesivas, como sí ha ocurrido en otras ocasiones. Habrá que ver cómo se consigue imponer a las plataformas audiovisuales -multinacionales a las que poco o nada les interesan los recovecos de la política española- el uso del idioma catalán si no lo consideran beneficioso para sus cuentas de resultados. Respecto a la gestión del IMV es algo que no afecta en absoluto la cohesión y la solidaridad nacional, aunque no deja de ser un privilegio que diferencia, aún más, al País vasco del resto de España, algo muy importante para las formaciones nacionalistas. Aunque son pequeñas concesiones, no hay que obviar que son granos de arena que se unen a una montaña que el nacionalismo va construyendo poco a poco y que parece no tener final. Siempre se trata de lo mismo: diferenciarse del resto mediante la acaparación de privilegios.

EL político que triunfa es el que se adapta al medio, no el que mejor pone en práctica la ideología de su partido. Ayuso anula a Vox en Madrid, porque con su oferta y sus mensajes desacomplejados o fuertemente ideologizados (elija el lector la interpretación que más le satisfaga) tiene taponado el crecimiento de los de Abascal en uno de los territorios que a priori debían ser campo de cultivo para la derecha pura y dura. Feijóo se sale en Galicia porque, además del candidato del PP, es el mejor aspirante del PSOE. Podrá gustar o no la posición del presidente gallego, que tira más de estrategia política que de ideología, pero barre en cada convocatoria electoral. Y tiene anulados a Vox y a Ciudadanos. En política vale el mismo criterio que en la conducción: adáptese la velocidad a las condiciones del firme y del vehículo. Ayuso y Feijóo son los mejores ejemplos al respecto. ¿Y Andalucía? El presidente Moreno alcanzó la presidencia por una carambola, según la expresión empleada por él mismo para explicar su ascenso al poder. Su llegada al cargo no fue por nada de lo expuesto anteriormente, sino por su encomiable capacidad de aguante. Moreno ("Llamadme Juanma) llegó a San Telmo a pesar de sus compañeros de partido, que le estaban preparando el funeral político cuando Michavila dejó de parecer C3-PO, el de La Guerra de las Galaxias,y avanzó aquella tarde de domingo la opción real del cambio político en Andalucía. Recordaba todo esto al oír esta semana los discursos del presidente en la radio del coche mientras, casualmente, pasaba de una provincia andaluza a otra. Moreno me recuerda cada día más esos dos presidentes autonómicos. Es cada vez menos del PP y más de sí mismo por pura e inteligente estrategia electoral. La clave está en comerle terreno al PSOE y en depender lo mínimo posible de Vox. Hasta engulle gráficamente a los socialistas al exhibir un documento con las letras del PSOE. Con un rival como Espadas, al que conoce perfectamente porque los dos se parecen mucho, tiene más fácil la tarea porque lleva más tiempo en el plano andaluz, porque de la pandemia ha salido indemne y porque el traje del Gobierno le sienta divinamente tras años de lucir como un melancólico líder de la oposición. ¡Claro que Juanma ofrece unos presupuestos dignos de ser apoyados por el PSOE y Vox! Es que su objetivo es anularnos, como ocurre en parte en Madrid y con fuerza descomunal en Galicia. Poco a poco Moreno se reviste de presidente neutro, como esas cremas para limpiar el calzado que sirven para el castellano burdeos y para el negro colegial. De Ciudadanos hace tiempo que hizo la digestión. Acaso guardará un souvenir. Ñam, ñam.

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