Ésta es tu Noche, Jesús
Tribuna libre
POR mucho gamberro que trate de romper el encanto de noche tan Santa, por mucho ruido de latas rodando sobre el suelo como consecuencia de la patada de algún desaprensivo, por mucho griterío soez de quienes por carecer de educación se atreven a proferir sus palabrotas y risotadas en el silencio de la madrugada, por mucha botella de plástico, papeles y residuos que ensucian la vía pública, que todo ello debe soportar el jerezano que sale a la calle para presenciar las procesiones de la que en, una necia sevillanización, hay que llamar también aquí - como si fuera necesario prostituir la normal pronunciación para presumir de Semana Santa - "la Madrugá", esta de hoy, Padre bueno, es para toda persona de bien, para todo amante de la tradición de nuestro pueblo, pese a quién pese, la Noche de Jesús, tu noche, Nazareno de Cristina…
La noche de la irregular hilera de farolillos encendidos que lo mismo te antecede que te rebasa, que lo mismo camina muy delante tuya que se prolonga hasta la Madre del Traspaso, esa dolorosa impresionante que es la cara mas descompuesta de mujer, cuando clarea el alba, tras toda una larga madrugada de peregrinar por nuestras calles camino de la Iglesia Catedral o de regreso a Letrán. La noche de abuelas, madres e hijas en vela y junto a Ti. La noche de los cargadores que te llevan sobre sus hombros, del golpeteo de las horquillas sobre el adoquinado, de las tocas egipcias y la cabeza cubierta por el capuz. La de la saeta desgarrada que nace del fondo del alma y rompe el silencio de la noche para proclamar tu Gloria y grandeza. La noche más auténtica de una ciudad que desde siglos postra su rodilla en tierra cuando te tiene delante…
Esta es tu noche Jesús, solo tuya Nazareno de Jerez en el que se acrisola el auténtico fervor y la historia de un pueblo que te suplica y te venera, que acude ante Ti cuando tiene necesidad de abrir su corazón a la tristeza y a la esperanza, a la plegaria y el perdón. La noche en que la mujer mas que nunca se hace presente en la Semana Santa jerezana para proclamar a los cuatro puntos cardinales que si Cristo expira por la Playas de San Telmo en pleno corazón de la ciudad vive y por siempre reinando en nuestras vidas.
Me gusta contemplar tu imagen de la que jala el popular Marquillos, sobre el galeón de tu "paso" mientras parece navegar sobre ese mar de corazones que sale a tu encuentro por Cristina o en el Arenal. Y sobre todo me gusta verte subir por la Baja Carpintería, en la angostura que antecede al Convento del Carmen donde a lo mejor la voz del saetero busca encontrarse contigo en un silencio cómplice de quienes te ven pasar o mientras - parado el "paso" - tu excelsa figura parece como si se moviera abrumada por el peso del madero que es la impresión que produce la estampa mientras estás sostenido por las horquillas de tus cargadores…
Esta es tu noche, Jesús. La que da nombre a la Madrugada santa jerezana, desde tiempo inmemorial por voluntad de nuestro pueblo y por eso yo que al llegar aquí encontraba el cortejo que te acompaña extraño, contemplado desde la perspectiva foránea de otra Semana Santa, desde que entendí la esencia del piadoso fervor popular que te da lugar y sentido en Jerez no puedo dejar de salirte al encuentro cada Noche Santa, pues viéndote cargar con la Cruz que nos redime de toda culpa encuentro el sosiego y la paz del alma.
Esta es tu noche, Jesús. Nazareno de Cristina.
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