Seis hermandades procesionan en la jornada del Jueves Santo jerezano, parte de ellas consideradas como históricas, de ahí que tengan numerosos detalles a tener en cuenta.

La primera en pasar por carrera oficial y hacer estación de penitencia en la Catedral es la hermandad de la Vera Cruz. Tras la cruz parroquial y el pendón, un grupo de hermanos porta un singular paso que lleva el lignum crucis, una reliquia de la Santa Cruz que guarda la hermandad desde hace casi 50 años.

Verla discurrir por el entorno de su templo, la Iglesia de San Juan de los Caballeros, y su retorno por Carpintería Baja y Tornería, así como por calle Francos, son puntos destacados de su recorrido.

Tras la cofradía veracrucista, es la hermandad de la Redención la que realiza estación de penitencia en el primer templo diocesano en segundo lugar. La hermandad salesiana va poco a poco completando su paso de misterio estrenando este Jueves Santo el dorado de la canastilla. Además, se ha realizado una nueva disposición del conjunto escultórico con la incorporación de una nueva talla, la de María Magdalena.

La cofradía se gusta en puntos como Carpintería Baja o Tornería, pero también es altamente recomendable verla ya de vuelta por Lealas o San Francisco Javier.

Desde el Convento de Santo Domingo sale la hermandad de la Oración en el Huerto. Ver de vuelta a la cofradía por plaza Monti, Pozuelo y Letrados o por Tornería antes de regresar a su templo ya en las últimas horas del Jueves Santo es uno de los momentos imprescindibles de la jornada.

La salida y recogida de la Sagrada Lanzada, debido a las dimensiones de la puerta principal de la Basílica del Carmen, es cada Jueves Santo uno de las citas que más público congrega en torno a esta corporación penitencial. El bello misterio de esta cofradía es uno de los emblemas de la jornada del Amor Fraterno jerezano.

Humildad y Paciencia es una cofradía que gana, y mucho, con la caída de la noche. Verla de regreso por el barrio de San Miguel, ya sea en el entorno de su parroquia o por la Cruz Vieja, son grandes momentos de este día.

El Jueves Santo lo cierra la hermandad del Mayor Dolor, una cofradía con un marcado corte clásico. Disfrutarla de regreso por plaza Monti, Pozuelo y Letrados, ya en su tramo final en la calle, es un buen plan para cerrar la jornada del Jueves Santo.