Cofradías

José Luis Montes Letrán ofreció un bello pregón a la Transfiguración

  • Un emocionado Miguel Sánchez Mesa recogió a sus 83 años la distinción al ‘Cofrade Ejemplar’

Muy emotiva la tarde noche del pasado viernes en la Catedral cuando la hermandad de la Viga celebrada nada menos que se treinta y nueve edición del pregón al Santísimo Cristo. Ahí es nada. Un acto literario con auténtica enjundia. Este año, el pregón recayó en el joven pero ya veterano en los atriles cofrade de la Borriquita y la Mortaja, José Luis Montes Letrán. ‘Selu’, como se le conoce en el mundillo cofrade, estuvo presentado por el también cofrade José Manuel Aparicio. El pregonero por su parte regaló a los congregados en la nave del Evangelio una bella pieza literaria. Pulcra, bien trabajada y cargada de mensajes que se centraron de una forma muy especial en la Transfiguración del Señor, festividad que tendrá lugar el próximo día 6 y que ofrece la dedicación del templo catedralicio que es sede episcopal de la Diócesis. Habló de esa belleza casi enigmática del ‘gótico doliente’ y de cómo llega a ser una de las bases de la devoción jerezana con frases tan bellas como “es el Cristo que transfigura el llanto en la alegría”. Destacar una ingeniosa comparación con el Evangélico de la Transfiguración en el monte Tabor y la incomparable Transfiguración del Cristo de la Viga cuando sube por el reducto entre bengalas y majestad. En definitiva un magnífico pregón en el que finalmente salió a lucir la belleza de la Virgen del Socorro la cual hace un siglo que llegó hasta el templo catedralício. Para concluir, subió el tono de su pieza con una buena declamación para glosar a las imágenes titulares de la cofradía del Lunes Santo acaparando un profundo y sentido aplauso final por parte de los cofrades que se dieron cita. Enhorabuena al pregonero. Hay material en Jerez para grandes pregones en el Teatro Villamarta en un futuro próximo.

Cofrade ejemplar

Por otro lado, el momento más emotivo de la noche la tuvo el cofrade Miguel Sánchez Mesa que a sus 83 años todavía sale en su querida cofradía de la Buena Muerte. Un emocionado Sánchez Mesa que sólo pudodecir que no merecia tamaña distintción al definirse como un hombre “pobre de espíritu”. Cofrades como Miguel dan grandeza a las cofradías. Son el rumbo que las generaciones más jóvenes debieran seguir. Servicio y humildad. En definitiva una noche muy emotiva con la buena literatura de Montes Letrán y el ejemplo de un cofrade con todas las letras. Enhorabuena a la hermandad de la Viga por la organización de este importante acto cofrade.

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