Mañana lunes tendrá lugar en la Catedral de Jerez una de las grandes citas de la Cuaresma. Con un mes de retraso como consecuencia de la pandemia del coronavirus, el acto del Vía Crucis de las hermandades por fin se podrá celebrar bajo la presidencia del Santísimo Cristo de la Viga, imagen elegida por el consejo local de la Unión de Hermandades para la Cuaresma de este año.

La elección del Cristo de la Viga era lo más lógico al tener su sede en el templo que acoge la sede episcopal y de esta forma no tener que hacer los traslados hasta el templo catedralicio. La organización decidió en su día situar la Santísimo Cristo en el centro del presbiterio para que lógicamente sea más visible para el público que pueda asistir al acto. Hay que recordar que el aforo permitido es el 30 por ciento de la capacidad de la Catedral y una vez dentro no se podrá tener la movilidad necesaria para ir a cada estación del acto piadoso. Así que este año se ha decido hacer algo distinto a lo que se ha venido viviendo cada Cuaresma en los últimos años. Con esta premisa se pretende que la imagen pueda ser vista por todos durante todo el acto.

En esta ocasión el libreto del texto del Vía Crucis cuenta con la ilustración de José Miguel González Morales y texto del sacerdote Ángel Pérez del Yelmo. Estará especialmente dedicado la piadosa oración a los tiempos de pandemia y sigue el patrón del de San Juan Pablo II, con quince estaciones. Como todos los años la oración será acompañada de la música, este año de manos del organista titular de la Santa Iglesia Catedral, Ángel Hortas y de la soprano Carolina de Alba.

Las estaciones serán leídas, entre otros, por cofrades que se mantuvieron en primera línea desde el comienzo de la pandemia, un policía, medico, un enfermero, un capellán del hospital, una cajera de supermercado y un miembro de costaleros por nuestros mayores. Una vez más en comunión con la delegación diocesana de Salud serán colocados carteles con códigos QR en los hospitales, además de llevarles libretos físicos a los capellanes y así repartirlos entre los enfermos que deseen rezarlo. Este año, por las especiales circunstancias que vivimos será rezado tras el Vía Crucis la oración a la Virgen de la Salud que ha realizado el Papa Francisco.