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Sociedad

Ni egoístas ni arrepentidas: las mujeres que no desean tener hijos salen del armario

Una mujer en la playa.

Una mujer en la playa. / Divyakant Solanki (Efe)

Las mujeres que no desean tener hijos, un colectivo creciente aunque sin estadísticas precisas, viven cada vez con mayor naturalidad su deseo de no ser madre, pese a seguir enfrentándose a una presión social y familiar que en no pocas ocasiones las presenta como egoístas y les advierte de que estarán solas en la vejez.

La maternidad en España está en mínimos históricos. Durante 2023 nacieron 322.075 niños, tres cuartas partes de los que nacían hace una década.

La última encuesta de fertilidad del INE refleja que más de la mitad de las mujeres de 30 a 34 años no ha tenido aún hijos, un porcentaje que es del 27,8% entre las mujeres de 35 a 39 años y del 19% en las de 40 años.

Precisamente la maternidad tardía es argumento habitual para explicar el descenso de nacimientos (la mayor dificultad socioeconómica retrasa el "momento" adecuado), pero también existe un porcentaje que simple y llanamente no quiere tenerlos.

Según ha explicado a Efe el director del Centro de Estudios Demográficos (CED) de la Universidad Autónoma de Barcelona, Albert Esteve, el 30% de las mujeres nacidas en España de 45 años o más no ha tenido hijos, la cifra más alta de la historia.

Se trata de una generación en la que se une haber pasado por dos grandes crisis económicas en la primera mitad de su carrera profesional, una mayor dificultad para acceder a una vivienda, y que ha accedido también a mayor información y debate público sobre la carga real de la maternidad.

Esteve señala que "siempre ha habido históricamente en torno a un 10% de mujeres que manifestaban no tener el deseo de ser madre".

Conocer si esa cifra ha aumentado dentro de la proporción de mujeres sin hijos sólo podría asegurarse si el CIS volviera a preguntar a las mujeres que no tienen hijos porqué lo decidieron así.

La última vez que lo hizo fue en 2017 -antes de la pandemia y la explosión de la última ola feminista en España, que tendría lugar un año después tras el caso de la Manada- y los argumentos más habituales eran ser aún "demasiado joven", "no tener pareja" o los problemas de fecundidad y los económicos.

Pero también un 7,8% hablaba de ausencia de instinto maternal, un 5,2% decía no querer más responsabilidades y un 10,5% alegaba otros motivos diversos, como simplemente "no tener interés".

Para Esteve, está claro que hay un cambio en la percepción social de estas mujeres por la contundencia de los números, ya que 3 de cada 10 mujeres que ahora salen de la edad fértil no ha tenido descendencia.

"Estas cosas son así, que sea habitual lo normaliza necesariamente. El primer divorciado era mirado como un bicho raro, y ahora es ya lo más normal del mundo", reflexiona.

Generación 'No mo'

En el Reino Unido se acuñó primero el término Childfree (sin hijos) y en Estados Unidos se usó después No mo (del inglés No mother) para definir a las mujeres que no desean hijos.

Para la activista y filósofa Beatriz Gimeno, el instinto maternal y el mito del deseo intrínseco de la mujer de ser madre es eso, un mito, un "engaño de la misma magnitud que el amor romántico", esa construcción social que señala que a lo más importante que puede aspirar una mujer es a tener una relación con un hombre, a ser la "elegida".

En Barcelona, las No mo tienen ya un grupo de whatsapp para crear comunidad y organizar actividades, un canal de difusión del que participan, entre otras, Irene, Gema y Marta, que han explicado a Efe que todavía es habitual tener que dar explicaciones sobre por qué no quieren hijos.

Gema, una escritora que pasa los 40, afirma que aún existe una "enorme hostilidad" hacia las mujeres que eligen otro tipo de vida y que ella misma "se pasa el día" justificando a terceros su decisión.

En su opinión, tanta presión social se debe a "la capa persistente de misoginia y odio hacia las mujeres que se expresan libremente y hacen con su cuerpo y su vida lo que les da la gana".

"Nuestro mensaje dicho en alto rompe con el discurso hegemónico de coacción de que si tienes hijos serás feliz y, si no, una amargada que morirá sola con sus gatos. Yo digo que tener hijos no te hace ni más ni menos feliz que no tenerlos", resuelve.

Irene, traductora, apunta que existe un gran "chantaje emocional" hacia las mujeres que no quieren ser madres pues se las acusa de "egoístas" o se las atemoriza con frases como "¿quién te va a cuidar?", que dice es "el nuevo hombre del saco definitivo".

También autora del blog momoelblog.com y profesora de inglés, Irene explica que la primera vez que sus alumnos le preguntaron que si tenía hijos y contestó que no quería tenerlos se hizo el silencio y la extrañeza en el aula, pero que también algunas niñas manifestaron sus dudas.

Marta, consultora internacional, reconoce que el no querer hijos fue uno de los factores para terminar su matrimonio y que aunque siempre tuvo claro que no quería, tardó mucho en aceptarse tal y llegó a ir al psicólogo preocupada por si algo "no estaba bien" en ella.

"Me gustaría que las mujeres del futuro no tengan que sufrir tanto como yo. Que no piensen que algo está mal ellas por no querer ser madres. Que tengan más referentes", cuenta.

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