Ion Vélez estará seis meses k.o.

Los malos presagios se confirmaron finalmente en la tarde de ayer, cuando el cuerpo médico del Girona anunciaba la lesión del delantero vasco Ion Vélez, lesionado en el último partido de Liga en Chapín. El punta estará al menos seis meses de baja tras cofirmarse que sufre "una afectación del ligamento lateral externo así como del ligamento cruzado anterior y posterior". Asimismo, la resonancia realizada en tierras catalanes advertía "una contusión a nivel de la meseta tibial y edema en la cara interna de la rodilla".

El ariete deberá pasar por el quirófano en los próximos días y comenzar con una larga recuperación que casi seguro le puede dejar sin temporada.

El doctor del Girona, Pere Vila, reconocía tras los resultados que "se trata de una lesión muy grave, que ya es lo que se temía tras ver la jugada en directo en el campo".

Además, y acerca del paso por el quirófano, el galeno gerundense confesaba que "ahora debe ser el jugador quien decida cómo quiere operarse", ya que "pertenece al Athletic de Bilbao y es normal que también quiera el punto de vista de otro doctor".

Por su parte, el propio Ion Vélez explicó tras confirmarse su lesión que "no queda más que mirar hacía adelante, pensar en la operación y empezar lo antes posible con la recuperación".

Vélez llegó al Girona el pasado verano procedente del Numancia, donde había jugado la segunda parte de la temporada anterior. En Jerez jugaba su segundo partido consecutivo como titular y dispuso de algunas ocasiones para marcar antes de caer lesionado en el minuto 84.

La otra cara de la moneda era el xerecista Toni Doblas. El futbolista, bastante afectado con lo ocurrido, se desplazó ayer hasta el Hospital de Jerez, donde inicialmente estuvo ingresado el delantero, para conocer su estado. El sevillano comentó en los micrófonos de Onda Cero que "es una jugada fortuita. En once años que llevo como profesional es la primera vez que me pasa".

Al explicar cómo fue la jugada en sí, el meta azulino, que ayer en el entrenamiento reiteraba una y otra vez que no hubo malintencionalidad, señaló que "era un balón dividido y yo iba fuerte, como hay que ir, y por desgracia con la pierna de apoyo le arroyo y se luxa la rodilla. Le deseo una pronta recuperación".

En esa misma línea se expresaba ayer uno de sus compañeros, Pablo Redondo quien insistía en que "por lo poco que conozco a Toni sé que no es un jugador agresivo ni duro y en ese aspecto, cuando haces daño a un compañero, te da cosa, pero bueno, son cosas de fútbol".