Siempre positivo, nunca negativo
El técnico azulino reprocha a los pesimistas que "quieran matar al equipo, aún no estamos descendidos, hay que seguir peleando" Espera que los jugadores "muerdan en Santander"
Cualquier frase acuñada por Jorge Valdano pasa a ser famosa por lo mediático que es el técnico argentino, pero una pronunciada por Louis Van Gaal, mucho más huraño y con peor cartel, en una de sus míticas ruedas de prensa cuando era entrenador del Barça también ha quedado registrada en todas las hemerotecas. El holandés criticó la actitud de algunos periodistas hacia su equipo y espetó su archiconocido "siempre negativo, nunca positivo".
Carlos Ríos encarna una figura diametralmente opuesta a la de Van Gaal. Siempre es positivo, jamás es negativo. Como Mourinho cuando dice que la alegría hace milagros, confía en la reacción, no arroja la toalla y no oculta su enfado con los que la han tirado ya: "No estamos muertos. Si una persona se está ahogando, ¿le ponemos la mano en la cabeza para empujarla al fondo? No. Pues eso, el Xerez no está muerto, estamos en la UCI, ya lo sé, pero la maquinita no ha dejado de funcionar todavía. Que no, que hay que luchar, que la vida es así".
En Santander mañana afrontan una nueva final y ya toca "ganar pero como es algo que he repetido y no lo hacemos, casi prefiero ni volverlo a comentar. De todos modos, está claro que vamos con esa intención".
Bajo su punto de vista, el cuadro cántabro será un rival "complicado, para nosotros cualquier equipo es duro. Tuvo un inicio de temporada muy irregular, complicado por los problemas institucionales. Siempre ocurre que uno de los recién descendidos pasa por dificultades. Han cambiado de técnico y vienen de ganar al Murcia, están más cerca de la salvación y eso les habrá permitido ganar motivación y autoestima".
Se hizo cargo del equipo hace tres jornadas, el triunfo no llega y confiesa que no le cuesta "motivar a la gente, aunque no oculto que es duro. No es fácil hacer ver a la gente que queda mucho, intento levantar la moral a los futbolistas pero luego pasan las jornadas y cada vez estamos peor. No es fácil conseguir que la gente crea. Me baso en que no hay que arrojar la toalla, hay que seguir adelante hasta el final y no por profesionalidad, por hacer las cosas de una manera decorosa, porque eso es sí que es arrojar la toalla. Esos comentarios no me gustan, son derrotistas. Estás pensando ya que vas a bajar y que lo que intentas es terminar de la mejor forma posible. Todavía no es el momento de eso porque aún quedan muchos partidos".
No para ahí en sus reflexiones y admite que "Ojalá no lleguemos a eso porque hay tiempo, pero si llegamos, luego sí que tocará ser realistas y profesionales. Ahora, hay que seguir creyendo en la salvación aún sabiendo que es complicado. Estoy convencido de que se puede y no voy a permitir que nadie se relaje. Los treinta minutos ante el Guadalajara pasaron a la historia y no se pueden repetir. Esos minutos no se corresponden a la intensidad y a la cabeza que se requiere de un equipo que se está jugando la vida. Pase lo que pase, no me voy a rendir".
Tanto cree en la permanencia que no quiere pensar en el objetivo de no terminar últimos. "A mí me da igual lo que digan, todavía es posible y lo vamos a intentar. En Cartagena nos sucedió eso, descendimos antes del final, luego sí luchamos por no quedar últimos y lo logramos pero no nos sirvió de nada, no hubo descensos administrativos y eso que también se rumoreaban. Insisto, yo no pienso en bajar todavía. Los importantes somos los que jugamos y los que estamos cerca del campo y nosotros creemos. Además, que conste que lo digo porque lo pienso. Si miento, se me nota demasiado en la cara y me costaría entrenar todos los días".
Sus técnicas de motivación son múltiples y ha a los futbolistas no para de ponerles ejemplos para que reaccionen. "Yo pienso en quedar quinto por la cola. Esto es como el alumno que se prepara para un examen en la universidad. Si estudia para una matrícula igual saca un notable, pero si va a por el suficiente, puede suspender. Si te pones el listón muy bajo, no llegas".
La famosa frase tienes más moral que el Alcoyano se queda pequeña para definir el estado de ánimo de un luchador nato. "Lo siento y lo vivo así, es lo que quiero transmitir. Hay veces que no lo consigo y es una pena que todavía haya gente que el concepto de arrojar la toalla lo utilice, que no se dé cuenta que en el 2013 hay muchas cosas por las que luchar, que no se dé cuenta de que el trabajo y el esfuerzo a veces es lo que te hace triunfar. El positivismo te lleva por buen camino, el pesimismo, no. Lo que pasa es que esto es un deporte colectivo y todos no pensamos igual. Puedes caer también en lo contrario, que haya gente que critique tu positivismo porque los resultados no llegan...".
Aún así, no le importa que le engloben dentro de ese tipo de personas: "Lo que está claro es que yo no puedo llegar a una rueda de prensa y decir que el Xerez está muerto, que está descendido porque es mentira, puede que esté casi o tener pie y medio en Segunda B pero nada más. Cuando lo esté luego lo diré. Ahora, hay que salir en cada partido a pegar bocados porque estamos muy mal. Si das el un ocho por ciento, tienes que dar el doscientos por mil y aún así es complicado".
Por último, no ocultó su enfado por la marcha de Patiño y Adrián, pero no quiso hacer leña del árbol caído: "Son pasado y estoy centrado en el presente, que son los dieciocho que me llevo a Santander. No quiero hacer ningún comentario que me haga perder energías, que necesito muchas. Además, me gusta decir las cosas a la gente a la cara para que se pueda defender. Prefiero no hablar. No estoy cabreado pero no está nada bien. Me llevé una sorpresa, no pensaba que eso podía ocurrir y luego me motivé. Ya más cosas no nos pueden pasar, por eso me saqué de la manga decirle a los jugadores que a Chapín le habían cambiado la orientación, que lo han puesto vertical. Hay que sacar orgullo. Que mañana se van otros dos, para adelante... La vida y mi profesión me han enseñado dos palabras, sigue adelante, no hay otra".
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