El debut de Jesús Gómez en el palco de Chapín fue más plácido de lo que se esperaba. Tuvo la suerte de que lo deportivo se puso de cara desde el inicio y el ambiente estuvo más o menos relajado después de una semana especialmente convulsa.

El arquitecto no entró al campo hasta el minuto de silencio que se guardó en memoria de Felipe Benicio Román. Iba acompañado por el nuevo consejero, Juan Bastos, y se colocó entre Valentín Botella, presidente del Hércules, y Rafael Verdú. Una compañía bastante más agradable que la que tuvo el viernes en la memorable rueda de prensa de Chapín.

Por aquello de que la tarde se presumía calentita, había un despliegue especial de seguridad en las cercanías al palco, pero no hubo que lamentar ningún incidente del estilo de los vividos el viernes. Por suerte, y desoyendo algunas voces que animaban a cargar contra el sevillano, la afición local demostró tener una madurez que es impermeable a las consignas que llegan desde el entorno más radical del club.

Sí hubo cánticos en contra de la persona de Ricardo García. En este caso estuvo bien asesorado y decidió no aparecer por Chapín. Su sola presencia es motivo de crispación y gracias a esta decisión se pudo disfrutar del fútbol, que es lo que quiere el personal que se desplaza al campo incluso en un día tan desapacible como el de ayer.

Dicho está que la imagen ofrecida hasta el momento por el grupo comprador de la mayoría accionarial del club está siendo bastante triste y preocupante. Será por eso que en el palco de autoridades no hubo ninguna representación municipal, ya que el Ayuntamiento también se está queriendo desmarcar de esta operación. Y se quedó Gómez más solo que la una. También estaban presentes el consejero Juan Bastos y José Castro, un jerezano que puede formar parte del consejo, pero se encontraban en un discreto segundo plano.

Botella, que es un libro abierto, comentaba tras el partido que "he tenido una charla muy agradable con el nuevo presidente del Xerez. Lo he visto un poco nervioso y le he dado algunos consejos porque yo llevo ya muchos años en esto. Le he comentado que si acaba de llegar tiene que comprender que no puede tocarle las narices a la gente con muchos cambios. Hay que ir poco a poco y saber adaptarse a la idiosincrasia del club. Parece un buen tipo y le deseo mucha suerte". A ver si le sirven de algo los consejos, aunque será más efectivo que demuestre que, realmente, encabeza un grupo serio y solvente.