Los jugadores disfrutaron con una capea

La plantilla del Deportivo sigue exprimiendo al máximo los actos de celebración del histórico ascenso a Primera División. Entre las numerosas invitaciones y agasajos que están teniendo los jugadores xerecistas se incluyó ayer una visita al Cortijo de Fuenterrey, propiedad del ganadero Fermín Bohórquez.

La totalidad del cuerpo técnico, empleados del club, Carlos Osma, Joaquín Morales y algunos consejeros se desplazaron hasta la finca, situada en la carretera de Jerez-Los Barrios.

Allí, los futbolistas disfrutaron de una jornada campestre al completo, jornada que incluyó una visita por el recinto en autobús donde pudieron ver de cerca las distintas reses bravas, un almuerzo y como no la tradicional capea, un evento con el que los presentes disfrutaron a tope.

Fue el momento para ver a los más atrevidos delante de la vaquilla, que fue soltada en la pequeño coso cubierto que posee dicha hacienda. Algunos, como el caso de Carlos Calvo, Juan Luis Redondo, Brian Sarmiento, Martí Crespí o Jesús Mendoza, tuvieron el valor de ponerse delante del animal sin ningún temor, algo que fue recompensado por sus compañeros, que les jaleaban desde la barrera y con precauciones.

Pero sin lugar a dudas, el protagonista de la tarde fue el capitán Jesús Mendoza. El lateral demostró sus dotes de torero colocándose solo delante de la vaquilla y ofreciendo algún que otro quite con hechuras.

Sí que demostró bastante soltura el propio Fermín Bohórquez Escribano, que pese a su edad, agarró la muleta, se plantó delante del animal y ejecutó lances de mucha elegancia. Junto a él estuvieron arropándole sus dos hijos, el rejoneador Fermín Bohóquez Domecq y Carlos Bohórquez.

Al término de los diferentes actos, que se prolongaron hasta bien entrada la tarde, el presidente de honor del Xerez Deportivo, Rafael Verdú, impuso al ex rejoneador una insignia del club como agradecimiento al completo acto celebrado en su hacienda donde el plantel pasó una tarde de lo más entretenido.