xerez cd - sevilla c

Un punto y gracias... (2-2)

  • El Xerez CD, que acusa el cansancio de los tres partidos en una misma semana, no pasa del empate frente a un Sevilla C superior

  • Álex salva a los azulinos en la segunda mitad

Semana de cuatro puntos en la que hubo de todo, victoria ante el Utrera, derrota en Castilleja y empate frente a un Sevilla C notable. El Xerez CD acusó el exceso de minutos en sus jugadores importantes y también la ausencia por lesión de otros que hubiesen dado margen a Vicente Vargas para realizar unas rotaciones que en el Deportivo son complicadas y casi prohibitivas por la escasez de efectivos. 2-2 y gracias.

El Deportivo, muy mermado físicamente, no pudo superar a un segundo filial blanco que fue de menos a más y que realizó una segunda parte sobresaliente, en la que sus futbolistas viajaban en avión mientras los azulinos lo hacían en coche y con escasa potencia. Los jerezanos se vieron superados, más en ocasiones que en juego, por los chicos de Gallardo y Marchena, que brindaron al meta Álex la posibilidad de demostrar que es un buen portero y que las dudas que generó al principio han quedado atrás en cuanto ha ganado confianza.

Guille se estrena en la recta final del choque para acompañar en ataque a Pedro Carrión

El Sevilla C se dejó dos puntos en La Barca si se tienen en cuenta las oportunidades que generó pero no es menos cierto que el Xerez CD tiró de garra y casta para defender un empate que no eran malo. Lo realmente malo fue perder ante el colista Castilleja el pasado miércoles en el Antonio Almendro.

Vicente Vargas retocó el once respecto al de la última jornada. Sin Israel ni Paco Borrego, que siguen lesionados, y con Ángel fuera de la lista, optó por retrasar a Polaco y le colocó junto a Dani Hedrera en el centro de una defensa a la que regresó Guerrero al lateral izquierdo. Agu fue la novedad más destacada en la medular junto a Alberto. El resto de futbolistas, los mismos.

A pesar de llegar con la gasolina justa, el Xerez CD no le perdió la cara al partido en un primer tiempo con las fuerzas niveladas y en el que ni unos ni otros eran capaces de generar buen juego. Gracias a ese empuje, José Vega aprovechó a los cinco minutos un despeje de la defensa para poner a Brian en apuros y a los siete una falta en el borde del área, que le costó una tarjeta amarilla a Checa, la estrelló Juan Benítez en la barrera. Los azulinos se animaban arropados por los suyos y en el doce, un pase de Pedro Carrión terminó en gol de Juan Benítez anulad por fuera de juego.

Justo hasta ese momento, el Sevilla C no había salido de la cueva. Lo hizo en una doble ocasión (18' y 25') pero en la primera el tiro de Miguel Ángel lo detuvo Álex y en las segunda Genaro remató de cabeza por encima del larguero un saque de esquina. El Deportivo, tras pasar por algunos apuros, estuvo a pinto de abrir el marcador a la media hora, con una acción de Pedro Carrión, en la que le dejó un balón franco a Narváez que el mediapunta no acierta a aprovechar.

Y de una portería a la otra. En esa oportunidad, el Sevilla C no perdonó (36'). Un balón largo de Diego a la espalda de la defensa, que reclamó fuera de juego y se lo tragó, lo controló Vicente para superar a Álex con una bonita vaselina. Menos mal que la réplica por parte de los xerecitas no tardó en llegar. Núñez derribó a David Narváez dentro del área por Núñez y Pedro Carrión, con tranquilidad y clase, engañó totalmente a Brian para poner las tablas en el marcador (38').

Con todo por decidir se abrió un segundo tiempo que iba a resultar totalmente diferente al primero. El filial comenzó mostrando sus armas y dejó entrever que se iba a tomar mucho más en serio la cita. Vicente (46') enganchó un trallazo que se le marchó fuera por centímetros y dos minutos más tarde, el árbitro anularía un gol a Miguel Ángel por fuera de juego tras centro de Vicente. Las ocasiones no dejaban de aparecer en una y otra portería. Por el bando azulino, ni Pedro Carrión ni Vega acertaban.

Paco Gallardo lo tuvo claro en ese momento, venía que el partido se le podía ir y apostó por Pejiño -suplió a González en el 56'- para resolver el lío en el que creía se iba a meter. Y no le faltaba razón. Un minuto después, un centro de Carrión se estrelló en la mano de Genaro. En esta oportunidad, fue José Vega el encargado de lanzarlo y fue gol porque le pegó a romper. Brian le adivinó la intención, desvió el balón, tocó en el poste y terminó dentro. Los xerecistas habían hecho lo más complicado, voltear la situación.

Con el 2-1, la tranquilidad no llegó ni mucho menos porque Pejiño comenzó a hacer diabluras y a volver locos a unos azulinos que no encontraban la forma de frenarle. A la hora de partido, Miguel Martín le puso su firma al empate con un remate que le cayó en el área después de que Álex despejara una falta botada por Genaro.

Esa igualada pesó como una losa en un Deportivo que ya comenzaba a dar síntomas de cansancio pero tuvo el 3-2 (71') con un trallazo de Agu que se estrelló en el larguero de la portería de un Brian que no hubiese podido hacer nada para evitar el gol.

A partir de ese momento, el asedio visitante fue total y fue Álex el xerecista que tuvo que salir al rescate de su equipo. Tras un aviso de Pejiño con una buena acción personal, Álex se luce ante Diego despejando con muchos apuros su tiro ajustado al palo (77'). Los sevillistas querían los tres puntos y los azulinos achicaban agua como podían. En la recta final, a Álex se le acumulaba el trabajo y salvó el 2-3 ante un Miguel Martín muy activo durante los noventa minutos.

Sobre el crono, Guille, que entró a falta de un algo más de un cuarto de hora por Juan Benítez, lo intentó con un lanzamiento de falta directa que fue fácil para el meta hispalense.

El final del encuentro fue de infarto. Álex salvó de forma milagrosa un mano a mano ante Pejiño, un lujo de jugador, y el árbitro no quiso saber nada de unas manos de Genaro justo en la línea que pudo se penalti. Con el pitido final, respiraron los xerecistas y se marcharon defraudados unos sevillistas que no explotaron todo su potencial. De hecho, Gallardo sólo realizó un cambio, después de tener calentando a todos los integrantes del banquillo toda la segunda parte.

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