La tarde más tranquila de Chema
Xerez cd | sevilla atlético · MARCAJE AL HOMBRE
El guardameta azulino apenas tuvo trabajo pero cerró el encuentro con un paradón a José Carlos al más puro 'estilo Iker Casillas' · El alicantino consiguió dejar su portería a cero por decimosegunda vez
Chema vivió ayer en Chapín la soledad del portero. Y en esta oportunidad no por lo complicado que lo tienen los guardametas a la hora de enfrentarse a los delanteros en el lanzamiento de un penalti, o lo complicado que lo tienen en cualquier mano a mano con un delantero o lo duro que debe ser sacar el balón del fondo de su portería, sino porque el Sevilla Atlético fue una madre y apenas sí le vio la cara de cerca al alicantino. Claro, a ello también contribuyó el trabajo defensivo de sus compañeros, que no permitieron a los jóvenes jugadores hispalenses ni acercarse a sus inmediaciones ni mucho menos disparar a puerta.
Chema, que esta temporada se ha convertido en titular indiscutible en el Deportivo por primera vez desde que llegó al equipo hace tres campañas, vivió sus tarde más tranquila y plácida de la temporada y logró dejar su portería a cero por decimosegunda vez. Y puso su granito de arena para que el resultado final del choque fuese finalmente de 2-0 .
Corría el minuto 92 de partido y al meta azulino le tocó estirarse y volar hacia su escuadra derecha para evitar lo que hubiese sido un golazo con la zurda de José Carlos. El centrocampista onubense agarró un buen disparo pero no contaba con que bajo los palos estaba Chema, que ese tipo de situaciones las domina de forma espectacular. Reflejos no le faltaron ni condiciones físicas, tampoco.
El resto de acciones del encuentro no le permitieron lucirse más. Los sevillistas sólo tuvieron una ocasión clara en la primera parte, una de Pouga en el minuto 36, que el propio delantero malogró al mandar el balón fuera. De haber cogido portería el balón, igual el cancerbero también hubiese llegado porque estaba tapando bien su palo.
En la segunda parte, también tuvo un susto en una jugada en la que los rechaces fueron los protagonistas y en la que chocó con Martí Crespí en su salida. Carlos Calvo también sacó bajo palos un balón que se colaba en su portería en el minuto 88.
Por lo demás, nada de nada. Chema fue un espectador más del encuentro, un encuentro que vivió con intensidad desde su cueva. Estuvo atento a todos los balones que jugaba la defensa y los centrales se apoyaron en más de una oportunidad en él. Celebró los goles por todo lo alto pero no aparecerá en la foto, aunque ganas no le faltaron... Debe ser complicado mantenerse frío cuando todos tus compañeros pueden soltar adrenalina con las celebraciones.
Ser portero requiere estar 'fabricado' de una pasta especial porque la profesión se las trae, requiere concentración, agilidad, reflejos, rapidez, estar atentos a los rechaces y ser de hielo. Y es que los fallos de un delantero o de un central pueden tener remedio pero los de un portero no y son los que más se ven...
Chema ayer no tuvo ninguno, estuvo sereno y en ningún momento la grada se acordó de él, sólo al final para agradecerle su parada. Él sí se acordó de los suyos, a los que aplaudió al principio y cuando se retiraba al vestuario feliz y con el deber cumplido.
No hay comentarios