El Xerez DFC cumplió con el guión. Se llevó el derbi ante el Xerez CD por 2-0. Fue un partido intenso, con emoción, polémica y dureza en el tramo final. El cuadro anfitrión suma tres puntos que le dejan tercero, con los mismos 55 puntos que el Ciudad de Lucena, que tiene mejor diferencia de goles en estos momentos.

El Deportivo, mientras tanto, sigue fuera de los puestos de descenso pero aventaja sólo en tres puntos al Pozoblanco, que empató en casa frente al Salerm Puente Genil (2-2).

Uribe, tras la goleada en el San Juan Bosco ante el Utrera, modificó el once. Retomó la defensa de cuatro con Edet y Toboso como centrales y sin Joaqui y Zafra fue la gran sorpresa de inicio en lugar de Jacobo. Sergio Narváez ocupó la plaza del sancionado Adri Rodríguez junto a Goma en la medular.

Juan Carlos, con menos opciones dónde elegir, se decantó por el once esperado, con el regreso a la titularidad de Borja para suplir al castigado Cristian Tejero. El delantero comenzó incrustado en la banda derecha, con Yeray en punta.

Con un arranque igualado, el partido se rompió, al igual que en la primera vuelta, con una acción a balón parado. Un saque de esquina de botado por Sergio Narváez a los once minutos lo remató Edet -cuestionado tras su incidente con un aficionado en Utrera y más nervioso de lo habitual en el terreno de juego- de cabeza, totalmente libre de marca. Primer fallo defensivo, primer gol del choque (11'). 

A los cinco minutos, el Xerez DFC no abrió la lata en una acción de estrategia de milagro. Una falta lanzada por Bello la sacó Dani Jurado en la línea de gol. El equipo de Uribe sacaba petróleo de su mejor arma.

Con el marcador inaugurado se jugó otro partido. La ventaja permitió a los anfitriones serenarse algo y controlar más y mejor. Zafra le ganaba una y otra vez la partida a Ezequiel y su equipo llegaba con más peligro y asiduidad a la meta de Navarro Montoya, aunque sin excesivo peligro.

El Deportivo apenas inquietó a Camacho, con un Borja desaparecido en combate porque no le llegaban balones pegado a banda y sólo en un par de faltas ejecutadas por Fran Sabaté el meta roteño tuvo que intervenir.

El segundo acto arrancó de forma inesperada. Edet vio la segunda amarilla por sacar el brazo a pasear ante Yeray de forma ingenua cuando ya tenía la situación controlada y el Xerez DFC se quedaba con diez (47') con mucho tiempo por delante. El Deportivo, con superioridad, dio un pasito adelante en los minutos de desconcierto de un cuadro local en el que Álex Colorado se colocó de central como medida de emergencia.

En una contra, Borja lo hizo todo bien menos la finalización. Con Yeray bien colocado, optó por el disparo y su lanzamiento se marchó fuera (49'). Luego, Álex Revuelta, con un balón suelto, desde muy lejos intentó sorprender a Camacho, que despejó el tiro duro pero centrado del defensa. El rechace le cayó a Yeray, su disparo se estrella en Camacho y el árbitro señala fuera de juego (52').

Uribe tardó en realizar los cambios. Finalmente, lo hizo por partida doble en el minuto 65. Joaqui y Amin salieron por Zafra y Casares y Juan Carlos arriesgó con Balongo en lugar de Iván Romero y pasó a jugar con 1-4-4-2.

En el minuto 69 llegó la polémica. El Xerez CD reclamó dos penaltis en la misma jugada. El primero, por agarrón claro a Álex Revuelta antes de que su remate terminara en el brazo de un defensa local y luego, otro sobre Balongo que tampoco el colegiado granadino consideró punible.

Justo después, el encuentro terminó de romperse con otro fallo defensivo y del meta Navarro Montoya. Bello se marchó de la defensa como quiso, se fue acomodando y lo que iba a ser un centro se convirtió en el 2-0 con la colaboración del portero (72').

El Xerez CD perdía ahí todas sus esperanzas ante un rival en inferioridad numérica durante muchos minutos y al que apenas hizo daño pero que tampoco brilló en la medida esperada.

Los últimos minutos sobraron. Trifulcas, tarjetas, errores de bulto por parte de un árbitro al que le vino grande el partido,  y entradas a destiempo de unos y otros. Dani Jurado, ya en el descuento, también terminó expulsado al ver la segunda amarilla por una entrada a Amin. Para colmo, una amonestación a Ángel se la adjudicó a Iván Romero y el centrocampista siguió en el campo cuando debió ser expulsado porque era la segunda.

Al final, cada afición se volcó con los suyos. La peor parte se la llevó un colegiado que no estuvo a la altura y que fue despedido por la grada con una bronca monumental. No agradó ni a unos ni a otros.