Palabra de un maestro

El actor Gaspar Campuzano y el músico Luis Balaguer ofrecen mañana viernes en la Sala Paúl un homenaje al poeta Julio Mariscal a través de una peculiar puesta en escena

Palabra de un maestro
Palabra de un maestro
A. Cala

23 de mayo 2013 - 05:00

Un grupo de muchachos rodea al poeta Julio Mariscal en medio de aquella soleada y alargada alameda de Arcos. Los jóvenes le preguntan por el significado de la poesía, por cómo conjugar de forma tan armoniosa las palabras. Si acaso hay que ser mago para lograrlo. Al corrillo se acercan el escritor jerezano Francisco Bejarano y los casi veinteañeros Juan Sánchez, recientemente fallecido y miembro fundador de 'La Zaranda', y Gaspar Campuzano, también integrante inicial de la compañía teatral de la tierra. "Conocimos a Mariscal ese día de 1975. Nos lo presentó Paco Bejarano. Mira si ha pasado tiempo ya ¿eh?", rememora Gaspar casi emocionado. Hasta ahora, los poemas del arcense han acompañado a Campuzano. Los ha releído y recitado en muchas partes del mundo.

'La Zaranda' hizo hace más de 30 años una evocación al poeta Julio Mariscal. Pero el tiempo pasa "muy corriendo". Ahora regresa la propuesta con la voz de Gaspar Campuzano y la guitarra de Luis Balaguer. Ambos, mañana viernes, a las 21 horas, en la Sala Paúl, acercarán la poesía de Mariscal a los jerezanos a través de la palabra y la música en un espectáculo que ya fue presentado con éxito en Arcos a primeros de mayo. "Son poemas que te elevan", cuentan, y ponen como ejemplo los versos de Tiovivo, "con los que parece que te estoy describiendo la película de un recuerdo". Obras que provienen en su mayoría de la antología realizada por José Mateos, La Mano Abierta (Renacimiento), prologada por Pedro Sevilla, y que da nombre también a este homenaje.

"Creo que se ha perdido un poco una tradición muy española que era los recitales poéticos. Incluso en las familias, antiguamente, siempre había alguien que recitaba cuando se reunían", asegura Gaspar. "También -añade- la idea de esta evocación es acercar a otro tipo de gente que quizás no lee libros de poemas, esta poesía, que es tan cercana y elevada. Espero que venga gente joven a ver este espectáculo". Y a este respecto, insisten en lo fascinante que fue ver a Julio Mariscal, aquel día que lo conocieron, rodeado de gente joven hablando de poesía.

La música del homenaje es toda original de Luis Balaguer, composiciones propias, adaptadas a la atmósfera del poema, pero huyendo del acompañamiento flamenco tradicional para evitar el toque folclorista. "Hemos cuidado mucho -apunta- que el ensamblaje de los poemas y la música sea lo más coherente posible". No hay nada al uso, "porque hay poesía en la música y música en la poesía", subraya Campuzano. Juntos han buscado una complicidad similar a la que hay entre el cante y el acompañamiento en la guitarra, "en el sentido de esperar, de entrar, de caminar juntos, no de ir por separado". Una cita "sencilla, pero nada al uso", como la califican sus protagonistas, con una puesta en escena peculiar, en la que también son protagonistas la luz y otros objetos poéticos. Un espectáculo "casi teatral. Porque, qué mejor manera que hablar de Mariscal que con sus palabras".

Un Mariscal que fue compañero de Magisterio de la madre de Balaguer, amigo de la familia, "mucho antes de saber que iba a pasar todo esto. Pero ha sido ahora, cuando me he enfrentado a ponerle música a sus poemas, cuando he penetrado mucho más en ellos", cuenta el músico, que califica al arcense de "poeta extraordinario". Y con las meta de reivindicar al poeta, la poesía en sí, de transmitir emociones... "me recuerdo de joven -confiesa Gaspar- leyendo un poema, y cuando vives cosas fuertes en tu vida te das cuenta de que no estás solo. Gente que ha vivido lo mismo que tú y lo ha expresado de otra manera. Te ayuda a vivir lo que te está pasando".

Porque, ¿qué tiene Julio Mariscal que no tengan otros autores? "Sobre todo que es él. Su manera de escribir, su identidad, su propio sufrimiento, su manera de ver la vida... Era un dandy, que en ocasiones quería ser otro". Y como ejemplo de la vida de Mariscal, Campuzano enumera algunas de sus obras, Corral de muertos, Pasan hombres oscuros, Poemas de Ausencia, Quinta palabra, Tierra de secano, Último día, Aún es hoy... "Un poeta duro, que habla del dolor, de la esperanza, de la naturaleza, del tiempo. Un autor muy tímido, introvertido".

Dos años después de aquel encuentro en la alameda, Julio Mariscal falleció. Su lenguaje, sencillo y claro, aún hoy "sigue siendo capaz de acceder a las zonas más profundas del alma de las personas". Sus palabras, recitadas, musicadas o recorridas con la memoria, son como "palabra de maestro" para quien las descubre.

stats