Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Ni comer ni dejar comer

El caso del edificio de la antigua Díez Mérito, sometido a expolio, es un claro ejemplo de la dejadez administrativa

Diez años, que se dice pronto, hace que el Ayuntamiento de Jerez cedió a la Junta de Andalucía las instalaciones de las antiguas bodegas Díez Mérito para que se instalase allí el centro de salud de Madre de Dios, situado en la calle Porvenir. Hasta entonces, ese impresionante edificio de 3.000 metros cuadrados de superficie situado justo enfrente de la estación de ferrocarril, en un enclave privilegiado de la ciudad, había albergado el centro universitario de Estudios Sociales, lo que se conoció también como Relaciones Laborales.

Pero diez años en política, y más en Jerez, no son nada. Esta semana hemos visto cómo continúa el desguace del mencionado edificio a plena luz del día. Debido al abandono y la dejadez de la Administración andaluza, a la que fue cedido el edificio por aprobación municipal en 2006, los amigos de lo ajeno se han llevado de allí las ventanas, las rejas del exterior y hasta balcones completos con bellas balaustradas. Dentro de poco, si nadie lo remedia, se llevarán hasta la estatua del Sagrado Corazón que corona el edificio.

Asistimos atónitos, en riguroso directo, al expolio de una parte del patrimonio de la ciudad, es decir, al saqueo de dinero de todos los jerezanos. También somos testigos, desgraciadamenta ya acostumbrados, de la mala gestión de la Administración sobre los bienes públicos, pues ese edificio debería estar sirviendo a los intereses generales de muchos ciudadanos que lo necesitan y, de paso, evitar que se siga pagando un gravoso alquiler por las instalaciones que se iban a abandonar para darle un uso. Pero no pasa nada. Nunca pasa nada. Que se esté despilfarrando dinero público no parece servir para que se asuman responsabilidades, aunque sean sólo políticas.

Se podrá alegar que la cesión del edificio se produjo en puertas de una grave crisis económica, se podrá culpa al Gobierno central por sus recortes, e incluso a Donald Trump por si cuela. Pero si no había y no hay dinero para instalar allí un centro de salud, la cesión de ese edificio debería haber sido anulada para que fuese devuelto al Ayuntamiento, que seguro que ideas para ubicar allí otros equipamientos no faltan. Eso es lo que comúnmente se llama ni comer ni dejar comer. Hablamos de un imponente inmueble justo enfrente de la estación del tren, lo que lo dice todo. ¿En cuántas ciudades modernas se desmorona y se llevan a pedazos un edificio situado frente a su estación de ferrocarril?

No es, por desgracia, el únicio edificio de valor que en Jerez se cae poco a poco, a la vista de todos, con la excusa de que no hay dinero. No es de extrañar que, cuando de vez en cuando se pone en marcha un proyecto se prefiera construir edificios de nueva planta, que resultan más económicos que una rehabilitación, sobre todo cuando ésta llega demasiado tarde.

Dice la Junta que sigue contemplando utilizar Díez Mérito como equipamiento sanitario. ¿Cuándo? No da fechas. Promete al menos tapiar el edificio, es decir, esconder un ejemplo de vergüenza.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios