En un mar de incógnitas sobre la composición del Gobierno andaluz,  los partidos de la oposición coincidieron ayer en criticar el “continuismo” que supondría el acceso a la Presidencia de la Junta de José AntonioGriñán, vicepresidente segundo y consejero de Economía. Si para el PP el actual consejero es “responsable del caos actual” y en su trayectoria figuran los “hitos” de una huelga general y de dejar “un agujero de 500.000 millones en las pensiones de la Seguridad Social” en su etapa al frente del Ministerio de Trabajo (1993-1996), según aseguró ayer Antonio Sanz, secretario general del PP-A, para la coalición de izquierdas es igualmente “corresponsable” de la situación económica, afirmó Diego Valderas, coordinador general de IU.

La elección de José Antonio Griñán para el relevo inmediato de Manuel Chaves fue uno más de los desaciertos que los partidos de la oposición atribuyeron al presidente andaluz en lo que ambos partidos llegaron a calificar como una “huida” precipitada. 

En la sede de los populares andaluces abundaron los calificativos para censurar  el “auténtico esperpento surrealista” que en su opinión está protagonizando el PSOE. “Espantada”, “tarjeta roja”, “expulsión” o “presidentes de quita y pon” retratan para los populares la situación. A pesar de hacer llamamientos a la cautela ante la falta de confirmación oficial, Sanz criticó la marcha de Chaves “en el peor momento de la historia de Andalucía”, denostó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, “trate a esta comunidad como un juguete” y avisó de la “parálisis” en la acción de gobierno con motivo del cese del jefe del Ejecutivo. 

Al mismo tiempo, Sanz, acompañado del vicesecretario general del PP-A, Ricardo Tarno, y de la secretaria de Organización, Ana María Corredera, evitó adelantar la estrategia que seguirá la formación tras el sorpresivo relevo, cuestión que comenzará a abordarse tras el comité ejecutivo convocado de urgencia para el miércoles. La inclusión en el discurso popular de la solicitud de elecciones anticipadas se consensuará con el partido a nivel nacional y la simbólica presentación de una moción de censura en el Parlamento andaluz, anunciada para Chaves, será analizada.  

Entonces será el presidente de los populares andaluces, Javier Arenas, quien trace las líneas a seguir ante el traslado del rival que le ganó en las elecciones de 1994, 1996 y 2008, una ausencia futura que el PP minimiza en sus declaraciones públicas. “Se ha ido porque sabía que iba a perder”, apuntó Sanz. El futuro político de Arenas, de 51 años, sí estará en Andalucía, sostuvo Sanz a preguntas de los periodistas. “Al final se ha demostrado que es el que se queda y apuesta por Andalucía; los ciudadanos sabrán tomar nota de quién supone el cambio”, añadió.

No se pronunció sobre la repercusión de posibles cambios en las próximas elecciones andaluzas el coordinador general de IU, Diego Valderas, que se mostró partidario de “pensar en sacar de la situación de pozo sin fondo a los andaluces”.

En declaraciones en Huelva, Valderas intuyó que el vicepresidente primero de la Junta, Gaspar Zarrías, formará parte del paquete que envía el Gobierno andaluz a Madrid, desde donde se “tutelaría” la política regional. Este cambio de Gobierno, si carece de una variación del modelo económico imperante, desembocará según Valderas en una huelga general y a la espera de unas elecciones anticipadas, “que están cantadas”. Para Valderas, el Gobierno andaluz queda en una situación de interinidad porque “se va el comandante y deja la misma tripulación, continuismo y continuismo”, concluyó.