En la receta de hoy, vamos a preparar uno de los clásicos más deliciosos de la cocina tradicional que conquista los paladares y los corazones de quienes la prueban. La sopa de tomate con albahaca y queso rallado es una de esas delicias que nos transportan a la calidez del hogar y nos enamoran con su sabor reconfortante.
Para comenzar con esta deliciosa sopa, asegúrate de contar con los siguientes ingredientes frescos y de calidad y prepáralos sobre la encimera:
- 1 kg de tomates maduros y jugosos.
- 1 cebolla mediana.
- 2 dientes de ajo.
- 1 zanahoria.
- 1 litro de caldo de verduras o pollo.
- 1/4 de taza de albahaca fresca.
- 1/2 taza de crema de leche (opcional).
- 50 gramos de queso rallado (preferiblemente parmesano).
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
- Sal y pimienta al gusto.
Una vez tengamos los ingredientes preparados y a mano, comenzaremos con la preparación:
- Lava los tomates, la zanahoria y la albahaca bajo agua corriente. Pela y pica la cebolla y los dientes de ajo. Corta los tomates en cuartos y pica la zanahoria en trozos pequeños. Reserva unas hojas de albahaca para decorar al final.
- En una olla grande a fuego medio, agrega el aceite de oliva y sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén dorados y fragantes. Añade la zanahoria y los tomates, y saltea por unos minutos hasta que los tomates se ablanden y liberen sus jugos.
- Una vez las verduras estén bien sofritas, vierte el caldo de verduras o pollo en la olla. Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Cocina a fuego lento durante unos 20 minutos para que los sabores se mezclen y los ingredientes se cocinen adecuadamente.
- Apaga el fuego y deja que la sopa se enfríe un poco antes de triturarla. Puedes utilizar una licuadora o una batidora de mano para lograr la consistencia deseada. Si prefieres una textura más rústica, simplemente aplasta los ingredientes con un tenedor.
- Pica finamente las hojas de albahaca reservadas y agrégales a la sopa triturada. Si deseas una sopa más cremosa, incorpora la crema de leche y remueve bien hasta que esté totalmente integrada.
- Regresa la olla a fuego bajo para calentar la sopa nuevamente. Añade sal y pimienta al gusto, ajustando el sabor según tus preferencias personales.
- Una vez lista, sirve la sopa de tomate con albahaca en tazones individuales. Espolvorea generosamente el queso rallado por encima y decora cada porción con una hoja de albahaca fresca.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios