Una vuelta más
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fútbol lGala Anual de la FAF de Cádiz
Hoy es un día especial para Domingo Ramírez Archidona. La delegación Gaditana de Fútbol condecora esta tarde a 'Dominguito' en la Gala Anual del Fútbol gaditano que se celebra en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de Cádiz. Es un premio a más de 40 años trabajando y colaborando en el mundo del fútbol, los últimos siete dedicados plenamente al Liberación, del que es coordinador de la cantera.
Dominguito es un libro abierto y una fuente inagotable de anécdotas. Comenzó entrenando en la temporada 67/68 al Rayo Picadueña "en Tercera Regional, porque por entonces había hasta Tercera no como hoy". Luego pasó al San Nicolás, "un equipo que había en la Plaza de San Lucas y en el que jugaba Carlos Orúe. Por cierto, no se si la gente sabrá que a Carlos le cayó un rayo cuando jugaba en el Pilar, equipo al que también entrené, y por suerte no le ocurrió nada. Era un magnífico futbolista". Posteriormente, pasó al Xerez Balompié: "Tuve a grandes jugadores... Dieguito, Orúe, Lobato, Manolo Benítez, pero el mejor jugador que he tenido fue Luis Castillo, el padre de Paquito y Luis, que ahora juegan en el Guadalcacín y que tienen a mi hijo de entrenador. Era un líbero de categoría, un centrocampista espectacular".
Dominguito no pasó de la Regional Preferente y tampoco salió de la provincia. Eran otros tiempos. "Lo más lejos que he entrenado ha sido al Villamartín. En Guadalcacín teníamos que sacar primero a las vacas del campo para poder jugar y nos cambiábamos en la Plaza Artesanía, donde está el Ayuntamiento, porque el campo no tenía vestuarios". "Yo trabajaba en Jerez Industrial y aunque no te pagaban mal -enseña contratos de hace más de veinte años- tampoco era como para dejar un trabajo estable".
En su currículum cuenta con siete ascensos: "Subimos con el Rayo Picadueña a Segunda Regional, con El Portal, Mundo Nuevo, Vallense, Florida. Al Federico Mayo lo entrené tres veces y las tres veces lo subí. Luego Rubio me echó también tres veces. Pero ¿a quién no ha echado?", cuenta entre risas.
Hablando de presidentes, se queda en todos estos años con "Pérez Pulido, el presidente del Xerez Balompié. Era un hombre que siempre estaba ahí cuando se le necesitaba".
Ahora que le llega este homenaje con forma de insignia de oro señala, humilde, que "no sé si me lo merezco o no, sólo sé que llevo en esto más de cincuenta años. Empecé jugando en el CD La Cuesta en 1960 y luego en el Lepanto, en el Jerez Industrial SA, Mamelón, Soledad... Será un momento especial y bonito".
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