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Hortelano confirma su recuperación

  • El madrileño estableció un nuevo récord nacional en los 200 dos años después de su accidente de tráfico

Regresar al 110% después de dos años de sacrificio callado para recomponer los destrozos sufridos en un grave accidente sólo está al alcance de los elegidos, y Bruno Hortelano, con su nuevo récord de España de 200 (20,04), ratificó que pertenece a esa estirpe.

En la final, seis horas después, no pudo con su propia marca, aunque recuperó el título nacional con su tercer mejor registro de siempre: 20,15, seguido de Paul Retamal (20,83) y Daniel Rodríguez (20,85). Su mano derecha, definida como "catastrófica" por los daños que presentaba en huesos, músculos, ligamentos y tendones, había suscitado dudas acerca de sus opciones reales de volver a ser el velocista de rango mundial que era antes de aquel 5 de septiembre de 2016 en que el coche que tripulaba se estrelló contra la mediana de la autopista A-6, cerca de Las Rozas.

Tres operaciones en dos años, rehabilitación y una voluntad de hierro obraron el milagro. Ayer, cuando ni él mismo se lo esperaba, rebajó en ocho centésimas su récord de España corriendo en 20,04... ¡En semifinales!

"Un fin de semana de ensueño tras dos años muy difíciles. El accidente está superado", resumió.

Jael Bestué, de 17 años, se coronó en el 200 femenino con nuevo récord sub 20 (23,31), tras ganar en la recta el mano a mano con Paula Sevilla (23,44).

Álvaro de Arriba derrotó en 800 al nuevo plusmarquista nacional, Saúl Ordóñez, que en su tercera carrera en tres días no pudo plantar cara al salmantino en la recta y hubo de resignarse al segundo puesto, seguido de Daniel Andújar. Al paso por los 400 metros (55,37) Ordóñez tomó la cabeza. El leonés miraba para atrás, sabedor de que en cualquier momento aparecería De Arriba, que esperó a la salida de la curva para lanzar su apuesta ganadora. Venció con 1.48,83, frente a los 1.49,19 de Ordóñez, que dos días antes había dejado el récord de España en 1.43,65 con su tercer puesto en la Diamond League de Mónaco.

Óscar Husillos recuperó el título de 400 metros con 45,22 en una de las finales más esperadas de los campeonatos, que dominó de punta a cabo. El toledano Lucas Búa reaccionó en los últimos metros para hacerse con la segunda plaza (45,45), adelantando al campeón anterior, Samuel García, tercero con 45,48.

La catarata de grandes marcas en velocidad eclipsó las finales de 1.500, aunque Jesús Gómez batió con 3.38,67 -rozando la mínima europea- a Adel Mechaal (3.39,98), que cambió el doblete de oro (1.500-5.000) del año pasado en Barcelona por dos platas.

En el 1.500 femenino, Marta Pérez doblegó a Esther Guerrero con un ataque sostenido de 1.200 metros que le dio el triunfo en 4.10,63.

Ana Peleteiro, bronce en los Mundiales en sala de Birmingham, zanjó la final de triple al descolgarse con un nuevo récord de los campeonatos en su primer esfuerzo: 14,39. De ahí en adelante fue una lucha por mejorar su marca personal (14,42), lo que consiguió en su tercer intento (14,55).

La final femenina de 800 alumbró una nueva campeona, Zoya Naumov, que se coronó con un tiempo de 2.07,84.

Para Orlando Ortega, subcampeón olímpico de 110 metros vallas, lograr su tercer título español consecutivo fue coser y cantar. Atacó ya en cabeza el primer obstáculo y venció con 13,32, seguido de Yidiel Contreras (13,46) y Fran López (13,87).

Y Sergio Fernández venció en 400 metros vallas con la cuarta mejor marca española de la historia (49,38), pese a que no competía desde enero por culpa de un edema óseo.

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