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Copa del rey

El Madrid también defiende (83-60)

  • El equipo blanco sentencia en medio tiempo a un Gran Canaria sin armas para detener la avalancha ofensiva ni para perforar la agresiva defensa de Laso. Estelares Rudy y Mirotic.

El brillo reluciente, el embriagador juego ofensivo que derrocha y la magia que desprende Sergio Rodríguez provocan que a veces se pierda la perspectiva con este Madrid que se postula como equipo de época. Bajo esa avalancha atacante se refugia la mejor defensa de la ACB y una de las mejores de la Euroliga. El placer entronca con el deber. Le pasaba al Barcelona de Guardiola en fútbol, ahora se comprueba qué bien defendía. Y el Real aprieta las clavijas, arriesga, roba balones y corre, corre mucho. La permisividad arbitral con las manos suele ser fuente de queja de los equipos rivales. Sucede que con tamañas diferencias con las que suele vacunar a sus rivales el bloque de Pablo Laso (83-60 ayer) suena a excusa.

El Madrid entró en la Copa de manera acorde a su bien ganado favoritismo, como un búfalo. Con una exhibición regada de buen baloncesto. Ya al descanso no había partido (41-20). Mirotic había colocado 11 puntos en el lomo canario y le tomó el relevo un Sergio Rodríguez excepcional, diferencial, en el momento de plenitud y confianza soñado por cualquier jugador profesional, en un hábitat que multiplica su talento y del que disfruta todo el que rodea. Un detalle simple, el Madrid es el equipo más pitado por el resto de aficiones. Los aplausos fueron unánimes cuando el canario salió a jugar. Un alley oop para Slaughter y otro para Rudy para abrir boca. Y así en cada ataque. Estelar también el balear, jugador total como Mirotic, máximos anotadores con 17 tantos cada uno.

El Gran Canaria, habitual hueso en cuartos aunque sólo haya llegado una vez a semifinales, simplemente no tuvo respuestas a lo que el Madrid propone. En el catálogo de cualidades del Madrid no aparece en posición alta la capacidad de pase de Bourousis. Y al descanso ya había dado cinco asistencias haciendo jugar desde el poste alto. Enfrente, un enorme proyecto de jugador, el interminable Walter Tavares (221 centímetros), que hace cuatro años no jugaba al baloncesto y que este año saldrá sí o sí en el draft de la NBA. Falta ver el lugar.  Pero no le daba para tapar agujeros. 16 puntos, 12 rebotes y cuatro tapones para 31 de valoración firmó el jugador caboverdiano, convertido en una de las atracciones de la competición y fuente de los comentarios de los ojeadores de la mejor liga del mundo desplazados hasta la Costa del Sol.

La segunda parte fue a beneficio de inventario, para rotar fondo de banquillo y para que se alentara el envidiable ambiente copero con los cánticos en las gradas, con rivalidad pero sin violencia, algo que sorprende tanto a los visitantes foráneos. El Gran Canaria dispuso de algún triple para colocarse a 12 puntos. Eso fue lo más cerca que estuvo de engancharse al encuentro en el último cuarto, porque el Real Madrid marcó siempre las distancias, con el poso de seriedad del equipo fabuloso que es. Que, como se pudo comprobar en el Palacio y en la televisión, también es capaz de realizar una defensa con una intensidad sobresaliente.

FICHA TÉCNICA:

REAL MADRID: Llull (6), Darden (2), Rudy Fernández (17), Mirotic (17) y Bourousis (6) -cinco inicial-; Sergio Rodríguez (4), Carroll (9), Draper (2), Reyes (13), Mejri (2), Slaughter (2) y Díez (3).

HERBALIFE GRAN CANARIA: Bellas (10), Newley (7), Hansbrough (9), Báez (5) y Tavares (16) -cinco inicial-; Oliver (1), O'Leary (-), Martín (9) y Beirán (3).

PARCIALES: 19-9, 22-11, 20-23 y 22-17.

ÁRBITROS: Pérez Pizarro, Conde y Calatrava. Sin eliminados.

SEDE: Martín Carpena. 

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