El Xerez CD Baloncesto disputa este domingo (12:30) en el Ruiz-Mateos el último partido de la primera vuelta y último del año ante el Torta del Casar Extremadura, un equipo que fue de menos a más, aunque lleva dos jornadas sin ganar.

Gabo Loaiza señala que "jugamos contra otro de los rivales que se suponía de la parte baja, aunque por juego y resultados está dando muestras de todo lo contrario. Es un equipo que podría asemejarse mucho a nosotros en cuanto al talento, con gente joven y rápida, y quizá la talla no es una de sus fuerzas, como nos ocurre a nosotros. Con su dinamismo y con diferentes propuestas, tanto delante como detrás, están sacando un gran partido a sus jugadores".

El entrenador xerecista ha señalado que "sabemos que debemos reengancharnos a nuestro juego, que es lo único que nos permite ser competitivos. Esta semana nos sigue faltando Fernando Quero, Santo también es baja y Martin y Anxo son dudas por procesos febriles. Aún así, trataremos de realizar los ajustes necesarios que nos permitan sorprender a Torta. Tantas derrotas se están haciendo duras para el equipo por la ilusión que tenían todos y por la cantidad de cambios que ha habido durante la temporada".

"El parón tras el partido no nos va a venir nada mal para recuperar fuerzas y felicidad, pero esta cita es vital para nuestras aspiraciones de mantener la categoría, y más en casa, donde hemos dado la cara ante todos nuestros rivales jugando a cara y cruz. Esperamos que esta vez salga cara el choque", ha señalado Loaiza.

Apuesta por los jóvenes

El entrenador sigue apostando por los jugadores más jóvenes, ya que "contamos con al menos cinco júnior en la lista de convocados y seguimos empeñados en eso, porque es lo que nos va a permitir a medio y largo plazo, y ojalá a corto plazo, ser competitivos para ganar. Estoy feliz porque los júnior se sientan parte activa del proyecto, porque eso es lo que comentamos desde un principio y lo estamos cumpliendo, a pesar de las dificultades que invitan a cambiar un pelín de ideas".

Frente a Torta del Casar tiene claro que "deberemos dominar los ritmos de juego. A nosotros nos gusta correr mucho y atacar rápido, pero el rival también se siente cómodo en esas situaciones de sacar al rival de sus casillas. Debemos tratar de dominar el partido, siendo nosotros mismos, pero sabiendo cuando hay que ser más agresivos y cuándo ir a hacer sangre o aguantar más la posesión. Si dominamos esas facetas e imponemos el ritmo de juego tendremos opciones de llevarnos el partido".