No permiten su marcha. La asamblea del San Fernando dejó claro, en primer lugar, que los socios isleños no están dispuestos a dejar irse a Pepe Tréllez, quien, nuevamente, se tuvo que resignar ante la petición mayoritaria de los aficionados para que continuase un año más al frente del club azulino a pesar de haber presentado su dimisión, la cual no fue aceptada por la asamblea.

Esa fue la nota predominante de una reunión donde la novedad inicial estaba en la presencia de aficionados (en total unos 130), que pudieron asistir aunque no fueran socios. Según el propio presidente, "todo aquel que aporte dinero al San Fernando tiene derecho a saber qué es de su dinero y nosotros recibimos una ayuda del Ayuntamiento, por lo tanto de San Fernando. Esto ha sido una decisión mía", argumentaba.

La asamblea comenzó con la petición de un socio, Juan Foncubierta, de dar una salva de aplausos a la directiva por la temporada realizada.

Posteriormente se comenzaron a dar los números de una campaña que ha resultado tremendamente satisfactoria ya que el ejercicio se ha cerrado con algo más de 32.000 euros de superávit.

De inicio, cabe indicar que los gastos de la temporada han ascendido a 347.380 euros, aunque quedan por pagar en diferentes conceptos todavía 8.300 euros. Lo presupuestado en un principio era 268.860 euros y se ha gastado más. Según Manolo Leira, encargado de ofrecer los números, es normal porque "se ha trabajado un mes más de lo previsto y hemos jugado una fase de ascenso, lo cual ha repercutido en los gastos".

En estos gastos tienen mención especial los 204.000 euros que ha costado la plantilla en sueldos y salarios, así como 12.300 de transportes. Una vez terminadas las cuentas se dio a conocer la deuda del club con Pepe Tréllez, que actualmente asciende a unos 180.000 euros, sumando lo dejado por el presidente para pagar la plaza al Sporting San Fernando.