El Vicente Blanco-Ciudad de Jerez se juega la permanencia este sábado (18:00 horas) en el Ruiz-Mateos ante el Ferretería Puri, rival directo por la salvación. Una victoria sellaría la permanencia matemática de los jerezanos en la categoría sin tener que esperar a la última jornada, por lo que el partido es una final.

En efecto, el Ferretería Puri es antepenúltimo -descienden los tres últimos- con 25 puntos, por lo que de ganar, el Vicente Blanco-Ciudad de Jerez se situaría con 30 puntos y sería inalcanzable para el equipo sevillano que entrena Regateiro, ex jugador del Garvey jerezano.

Luis Mari, máximo goleador del equipo jerezano, así lo explica: "Es una verdadera final, estamos muy concentrados porque después de un año de sufrimiento, cuando nadie apostaba por nosotros, llega la hora de la verdad y lo tenemos en la mano".

A sus 32 años, Luis Mari sabe de lo que habla: debutó en el Garvey con 16 años de la mano de Younes y, forjado en las Escuelas Deportivas en la edad de oro del fútbol sala jerezano, ha defendido los colores de la ciudad desde entonces con un paréntesis en Algeciras y otro en Sanlúcar. El jugador jerezano explica que no ha sido fácil sacar la cabeza en la clasificación: "Nadie apostaba por nosotros y hemos estado bastante mal en la clasificación, pero en la plantilla, conociéndonos, sabíamos que el cambio iba a llegar porque éramos conscientes de que hay plantilla. Es una similitud con lo que le está pasando al Xerez, lo que pasa es que los resultados mandan aunque nosotros sabíamos que podíamos salir de ahí y ahora tenemos cuarenta minutos por delante para salvarnos", de lo que Luis Mari está convencido "plenamente: este partido no se nos escapa".

El jugador del Ciudad está más que convencido de que los puntos se quedan en Jerez: "Nos vamos a tomar los cuarenta minutos como si fuesen los últimos minutos de nuestra vida en el fútbol sala, es una final y para nosotros sería un orgullo salvarnos en el Ruiz-Mateos".

El equipo jerezano tuvo que jugar el pasado sábado en el Palacio de Deportes al celebrarse en el Ruiz-Mateos el Aerobithón y Luis Mari se quedó un poco sorprendido: "Personalmente sí, porque hubo algo más de espectadores que en el Ruiz-Mateos y no me lo esperaba, y la verdad es que en la segunda parte nos apoyaron y nos arroparon. El Palacio parecía frío pero cuando nos hizo falta nos arroparon, nos fuimos arriba y logramos empatar".

Ahora, ante el partido más importante de la temporada, Luis Mari reclama el apoyo de la afición: "La verdad es que les necesitamos, toda ayuda es poca y si pueden aportar su granito de arena será un poco mejor para nosotros. Nos gustaría que la gente fuese al pabellón a animar, sentir el aliento de la afición. Tenemos que dar el empujón final, amarrar aquí la permanencia para ir a Jaén con los deberes hechos".

El hecho de ser el 'pichichi' del equipo no añade ni presión ni responsabilidad a Luis Mari porque "aquí cada uno tiene su responsabilidad y cada jugador sabe lo que tiene que hacer. En este equipo no hay un jugador que sea más que otro, cada uno tiene sus limitaciones y virtudes, aquí no hay ningún Ronaldinho ni ningún Eto'o".

Con veinte dianas en su haber, a Luis Mari no le importaría no marcar el sábado si el equipo suma los puntos: "Me da igual; lo que quiero es ganar aunque sea por 1-0 de penalti en el último minuto, sumar los tres puntos y ya está, que es lo importante. Lo demás me da igual, como si me quedo en veinte goles".