Elecciones

El 'cazafantasmas' Iglesias pugna a ritmo de Eminem

La puesta en escena fue espectacular, de las que crean escuela. Más de 600 personas llenando la sala del teatro Alameda en Málaga con las consignas que hicieron popular el 15-M como "Sí, se puede", "no hay pan para tanto chorizo" o "no nos representan". En la pantalla, un vídeo con imágenes de Rajoy, Sánchez, Rivera o Zapatero y un repaso por la historia corrupta de este país en los últimos años con personajes como Bárcenas. También se recuerda el movimiento social, las denuncias en la calle, los desahucios y el éxito de Podemos en las elecciones europeas. Todo bien aliñado con la canción Lose Yourself de Eminem, la banda sonora de los que se sienten desprotegidos y tienen que pelear por sus derechos. En pleno subidón reivindicativo de los presentes -desde jóvenes hasta abuelos-, termina el vídeo, suena la canción de los Cazafantasmas y entra por el estrecho pasillo del patio de butacas, cual boxeador que se dirige al ring, Pablo Iglesias jaleado por sus incondicionales a gritos de "presidente, presidente".

El discurso ya casi era lo de menos porque la gente estaba totalmente entregada. No obstante, Iglesias, que siempre se ha caracterizado por cierta prepotencia, empezó fuerte, retando a Celia Villalobos en su propia tierra. "Buenos días Málaga y buenos días Celia", dijo ante la cara expectante y las risas de los seguidores, que esperaban impacientes por dónde le iba a atacar tras su rifirrafe en el Congreso de los Diputados hace unos días. "Cuando tu quieras nos tomamos ese café pero a los corruptos les vamos a llamar corruptos a la cara y en la calle Génova no está incorrupto ni el brazo de Santa Teresa", afirmó.

La primera, en la frente, para el PP. La segunda, para el PSOE, porque pidió prohibir las puertas giratorias y que los ex presidentes o ex ministros terminen en las empresas "y así se te quita el problema Pedro Sánchez". La tercera, para todos los demás. "En esta campaña nadie habla de España ni de la corrupción, solo de pactos entre camarillas. Nosotros estamos para terminar con años infames de corrupción en nuestro país. Sigan ustedes hablando de pactos que nosotros vamos a ganar", resaltó entre aplausos. Entre esos posibles acuerdos, el líder de Podemos destapó la que llamó "operación Menina", "para que la presidenta sea Soraya Sáenz de Santamaría tras llegar a un pacto con Albert Rivera". También dijo que Sánchez "está preocupadísimo por sacar pocos diputados y que entonces venga Susana Díaz y le quite el sillón, poniéndose ella como secretaria general". En este contexto, subrayó que "estamos en un momento histórico, de cambio, de encrucijada, nos jugamos la próxima década y no es momento de hacer números ni de enanos políticos sino de altura de estado, de pensar en el país". Estopa para todos, como es habitual en campaña.

Posteriormente, Iglesias lanzó varios mensajes para dejar bien claro qué es lo que quieren. Por una parte, hizo hincapié en que "un país decente es el que no deja a nadie detrás y eso está en el ADN del 15-M". "No queremos ser un partido político más sino el instrumento político de la gente porque nuestra patria es la gente, que se no excluya a nadie porque no nos sobra nadie", añadió. Había personas de todas las edades, incluyendo a muchos abuelos y se los metió en el bolsillo rápido. "Muchos hijos y muchos nietos tienen que volver a emigrar y es una vergüenza. Los jóvenes están aquí para honrar el trabajo de sus padres y abuelos", expresó.

En este sentido, recalcó que "en la España del 2015 no hay miedo" y pidió a los asistentes que "no crean en las promesas de los políticos sino en las garantías constitucionales". Podemos exigió reformar la Constitución para garantizar derechos sociales, vivienda, sanidad o educación y, de paso, acabar con la ley D'Hont porque "nos hicieron trampas, el voto de todos los españoles no vale igual y tiene que ser una persona, un voto".

También dedicó buena parte del tiempo a la corrupción, aprovechando la intervención anterior de la juez Victoria Rosell - cabeza de lista por Podemos en Las Palmas- quien denunció que "investigar la corrupción sale muy caro" y que desde la propia Administración se avisa a los posibles delincuentes cuando se les va a pinchar el teléfono. Rosell se emocionó al recordar casos de policías que han luchado contra la corrupción y que han sido degradados en sus puestos. Iglesias dejó claro que "vamos a llegar a La Moncloa con escobas y fregonas porque hay que barrer".

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