Programación
Zambombas este fin de semana en Jerez

Rebujitos de día y ron por las noches

Cientos de jóvenes se concentran durante la Feria en las casetas de la 'movida' del Real. En esta edición se ven a pocas chicas vestidas de gitana y a muchos grupos con camisetas personalizadas

Un grupo de chicas saludan mientras están bailando en una de las casetas de la juventud de la Feria, ayer.
María Valero / Jerez

02 de mayo 2008 - 01:00

Rebujito durante el día. Ron y whisky para la noche. Los jóvenes que durante estos días de Feria se han acercado al Real lo tienen claro, "el rebujito entra mejor al mediodía porque está muy fresquito", señala Alba, una chica de 18 años que lleva pisando el albero desde el fin de semana previo al alumbrado. Las calles del infierno, donde se encuentran las casetas de la juventud, de la 'ciudad' de la Feria del Caballo se llenan de 'diablillos' con ganas de comerse y sobre todo beberse el mundo.

Pasadas las dos de la tarde las casetas que se encuentran en esta zona del Real son tomadas por los jóvenes, pero sin duda es tras el almuerzo cuando ya empieza a ser misión imposible entrar en alguna de ellas. El tiempo veraniego del que se está disfrutando esta semana de fiesta favorece para tener entre las manos una 'maceta' mientras se baila el último hit del momento, el chiky chiky. Jóvenes desde los quince años hasta cerca de los treinta se pasean con las manos levantá (título una canción de Macaco) saludando con euforia, porque ya se sabe que en la Feria la exaltación de la amistad es algo patente y comprobado año tras año.

En estas calles ya no es extraño toparse con grupos que llevan camisetas personalizadas, una marca made in Jerez que se ha puesto de moda en las últimas ediciones de la Feria. Pero si ha aumentado el número de chicos con esta prenda, ha disminuido el número de mujeres que se visten con el traje de flamenca. "Con el calor que está haciendo entiendo que muchas opten por camisetas y faldas, es más cómodo para bailar. Pero creo que la Feria está para vestirse de gitana, y aunque sea algo molesto es sólo una vez al año", apunta Isabel, quien reconoce entre risas que "después iré a mi casa a cambiarme de ropa. El traje es para el día, por la noche es mejor unos pantalones".

Con el puente de mayo son muchos los caseteros que han comprobado un aumento de visitantes a partir del miércoles. "Este año va la cosa muy bien. Desde el miércoles al mediodía hemos visto más público, porque en los primeros días la mayoría de los jóvenes venían sólo por la noche", apunta Antonio, uno de los responsables de la caseta Apasiónate, quien además destaca que "los madrileños y sevillanos suelen pedirnos rebujitos, mientras que los de aquí beben ron". Victoria, una jerezana de 21 años, señala que "por las tardes estamos bebiendo rebujitos porque estamos comiendo, y por las noches compramos macetas de ron". Ante la ubicación que tienen en el Real, Antonio señala que "esta calle es muy mala, pero sobrevivimos como podemos. Nos gustaría estar en otro sitio, pero qué le vamos hacer".

Por otra parte, los jóvenes encuentran en cualquier rincón del González Hontoria su lugar de reunión para el botellón, tras la prohibición este año del espacio habilitado para ello. Pasadas las doce de la noche, pequeños grupos de chicos llegan al Real con bolsas de supermercados con las botellas, hielo y refrescos ante la mirada del resto de los presentes, quienes no pueden comprender cómo pueden preferir estar en la calle en lugar de 'cobijarse' bajo los farolillos de las casetas. "Si está prohibido el resto del año en la ciudad no entiendo por qué dejan hacerlo aquí. Hay que decir que son muchos los niños que salen del parque para beber en las calles próximas. Ensucian y molestan lo mismo que hace dos semanas", declara María. Ignacio, un chico de 23 años, tiene la respuesta a la actitud de los jóvenes ya que reconoce que "tal y como están las copas es más económico comprarse el botellón, y si aquí no nos ponen problemas mejor que mejor. No hay tanto dinero para beber y comer todos los días en la Feria, y menos para nosotros".

Para muchos la atracción de estas calles va más allá del tipo de música y los precios, la mayoría más bajos que en las demás casetas, sino que además pueden llegar a sus casas con un tatuaje, eso sí, de henna. El público que más se aventura a este tipo de dibujos son las chicas, que pueden presumir de una magnifica ilustración para adornar principalmente las manos y los tobillos durante estos días de fiesta.

Casetas de todos los colores y nombres. La Rú, la K-seta, la vaca de lunares y Seven son una pequeñísima muestra de los estilos que se llevan en la 'pasarela' del Real.

1 Comentario

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último