Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Carlos Carbonell. Bailaor

"Hay pocas oportunidades y el artista tiene que hacer de todo"

  • Carbonell asume el mayor reto de su carrera artística con '8 códigos'

Cinco años después de pasar por el ciclo Los Novísimos en la Sala Compañía, Carlos Carbonell asume el mayor reto de su carrera artística con ‘8 códigos’, que estrena tras más de un año de duro trabajo. 

–¿Nervioso conforme pasan las horas?

–Claro porque, además, como es un estreno los nervios se están apoderando de mí. Espero que cuando pise el escenario se me quite todo, pero hasta entonces estaré nervioso.

–Desde que uno piensa en una idea para crear un espectáculo, ¿pasa mucho tiempo?

–Sí que pasa, en éste precisamente llevamos un año de trabajo, y el recorrido que hay desde que tienes la primera idea hasta que la pones en escena es larguísimo, con decirte que hemos cambiado ya tantas veces que no recuerdo cuál era la idea original (risas). Fíjate que al principio se basaba todo en unos códigos de barra y de eso ya no queda nada. 

 

–¿Es este el proyecto más importante desde que se dedica al baile?

–Sí que lo es, pienso que por la edad que tengo, por el momento que vivo del flamenco y por el elenco que he reunido creo que sí, es una de las cosas más importantes que he hecho. 

–¿Y en qué consiste ‘8 códigos’?

–Es un espectáculo muy intimista y minimalista, no hemos querido introducir grandes cosas porque lo más importante son los números y que se vea bailar, y que se vea flamenco. A raíz de eso surge todo lo demás, pero no hemos buscado una escenografía ni unas luces que reste importancia al baile. 

–Siempre ha sido usted un artista que ha prestado mucha atención al tema coreográfico y lo demuestra con colaboraciones en este ámbito de Marco Flores y Olga Pericet, que ahora mismo están en el candelero...

–Sí, para mí la coreografía es fundamental, y en este sentido he tenido la suerte de contar con la colaboración de Marco y Olga para este trabajo. También  me ha ayudado mucho Javier Latorre y ese aporte, de esas tres personas, supone mucho. 

–¿Ha cambiado mucho aquel Carlos Carbonell que vimos en 2009 en la Compañía?

–Sí que ha cambiado porque aquello fue la primera intención de crear algo diferente. Ahora ya sé lo que realmente me gusta y por dónde quiero tirar. Ha habido un antes y un después, sé lo que voy buscando y lo que quiero conseguir.

–Habla usted de códigos, y ¿cuál es el código de Carlos Carbonell?

–Pues mira, el código que más se identifica con Carlos Carbonell es la alegría. Siendo de Cádiz como soy y siendo una persona alegre, creo que es el código que más va conmigo.

–Para un artista joven como usted, ¿es un escaparate pasar por el Festival de Jerez?

–Por supuesto. Además, es uno de los festivales más importantes del mundo entero y hay muchas miradas puestas en él. 

–¿Qué papel tienen en su obra Javier Latorre y Ana Salazar, los dos artistas invitados?

–Para mí ambos son dos pilares, y en el caso de Ana está ahí porque su código es muy personal, no hay nadie que se ponga en su lugar para hacer ese número. Hemos buscado a un artista muy particular para que dé un código particular en el espectáculo, y creo que el flamenco que ofrece Ana Salazar hay que verlo porque es totalmente diferente al que se ve, ya que canta, baila y la da un punto muy actual. Javier me aporta el código más intelectual, está pensado en todo momento por qué hace las cosas. Él saca el máximo partido a la música y ese trabajo sólo lo puede hacer él. 

–Tal y como está la situación, montar un espectáculo debe ser todo un mundo...

–Ahora mismo las propuestas de cada uno se las paga cada uno y si quieres apostar por una propuesta grande requiere que te lleves mucho tiempo trabajando para recaudar dinero y ponerlo al servicio de ese espectáculo. Todo es muy costoso porque ya no existen las subvenciones que antes te ofrecían, por eso es más difícil crear algo.

–¿Y después del festival qué?

–Bueno, uno tiene que mirar al futuro. Tengo mucha ilusión en este espectáculo pero soy una persona inquieta y ya estoy pensando en otras cosas. Ahora he comenzado a colaborar con la bailaora Ana Arroyo, que está afincada en Hong Kong y que trabaja con el Circo del Sol, y aparte ha creado un espectáculo en el que aglutina circo, danza, flamenco... ha hecho como una mezcla de todo. Ahora hay que meterle mano a todo, hay pocas oportunidades y el artista tiene que hacer desde cursos a festivales pasando por galas más pequeñas y todo lo que vaya saliendo.  

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios