Comportamientos psicóticos
Reflexiones sobre psicología
Son muchas las alteraciones que facilitan el desarrollo de sintomatologías
Son muchas las alteraciones que pueden facilitar el desarrollo de sintomatología psicótica, entre ellas la esquizofrenia, el trastorno esquizofreniforme, el trastorno delirante o distintas enfermedades médicas y adicciones a sustancias tóxicas. Generalmente se entiende por síntomas psicóticos, los relacionados con las ideas delirantes y las alucinaciones. Las ideas delirantes son aquellas ideas que se creen firmemente por su sola ocurrencia, algunas de las más frecuentes son creer que existen conspiraciones en torno a uno mismo o los delirios místicos de considerarse a sí mismo un salvador del mundo. Las alucinaciones pueden ser tanto auditivas como visuales u olfativas, como por ejemplo tener presente un determinado olor que no existe, ver personas que no están o escuchar voces como si fueran reales. Junto a este grupo de síntomas suele estar presente otro grupo sintomatológico que tiene más que ver con las habilidades o aptitudes cognitivas, por ejemplo la manifestación de un lenguaje desorganizado, pobre y poco fluido, la escasa o nula capacidad de planificación que conlleva la manifestación de un comportamiento altamente desestructurado y una metodología de toma de decisiones prácticamente inexistente. Claro, con este amplio abanico de síntomas resulta imposible desarrollar un adecuado funcionamiento a cualquier nivel, ya sea personal, social, familiar o académico.
Hasta hace unos años el tratamiento de este tipo de psicopatologías estaba limitado exclusivamente a la psicofarmacología. Afortunadamente, la investigación confirma cada vez con menor género de duda, cómo las intervenciones tempranas permiten una mejor evolución del paciente en todos los ámbitos de su vida diaria. Autores como Birchwood y Terrier publicaron en Inglaterra hace ya más de veinte años sus primeros estudios al respecto. Hoy en día Estados Unidos, Cánada, Australia o Inglaterra poseen programas de intervención dirigidos al tratamiento e intervención psicológica en este tipo de alteraciones. Los avances en las técnicas de neuroimagen han permitido afirmar que los déficits cognitivos son una parte intrínseca de la enfermedad y no una consecuencia de ésta, de hecho las investigaciones están ayudando a entender cómo las alteraciones en las funciones cognitivas o intelectuales podrían evolucionar hacia la aparición de síntomas tales como las alucinaciones, los delirios o los trastornos del pensamiento. Son tres las alteraciones intelectuales implicadas por el momento: memoria, funciones ejecutivas (regulan la planificación y la organización básicamente) y la atención.
Uno de los programas que está mostrando resultados importantes, mayores cuanto más precoz es la intervención, es el creado por Roder, Brenner, Hotel y Kienzle en 1995 y está formado por varios módulos: Estimulación de las habilidades cognitivas, poniendo especial énfasis en las habilidades de atención, memoria y habilidades ejecutivas. Adecuación de la percepción social o la interpretación de los acontecimientos de la vida social. Habilidades de comunicación y organización del lenguaje. Habilidades sociales y competencia social. Mejora de las habilidades de resolución de problemas.
Por tanto, la detección temprana de la enfermedad y una intervención rápida va a condicionar, si no a determinar la evolución de dicha enfermedad, permitiendo de esta forma que las alteraciones no evolucionen a niveles de incapacidad o dependencia de estas personas.
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