Diario de Jerez, en un minucioso trabajo, trae este Domingo de Ramos un especial de cerca de medio centenar de páginas dedicado a contar cómo fueron las semanas santas jerezanas de los últimos 35 años. Una crónica de hechos, nombres, acontecimientos e hitos sobresalientes que sucedieron en tres décadas y media. fue un tiempo que dio para mucho en la evolución de las hermandades.

¿Qué recordamos?, toda una evolución en la que la aparición y uso masivo de las nuevas tecnologías de la información fue un factor determinante en los grandes cambios tanto en la información como en el funcionamiento y en la relación entre las cofradías de la ciudad, así como en el encuentro con otras culturas cofrades de otras latitudes. Esto fue de la mano del cambio sociológico observado en este tiempo. Contamos cómo ha sido el crecimiento de la geografía cofrade Jerezana, dándose salida a muchas aspiraciones cofrades encerradas en colectivos siempre denostados por la oficialidad. Así, de treinta hermandades en 1984 hemos pasado a 45 desde el Jueves de Pasión hasta el domingo de Resurrección. Desde Guadalcacín hasta el Chicle. Desde Las Torres hasta la avenida del 'Colesterol'.

Quince cofradías han nacido en este tiempo y tres dolorosas han sido coronadas canónicamente, además de una apertura casi absoluta a las procesiones extraordinarias. Desde Bellido Caro en adelante, con el gran impulso que dio al colectivo Juan del Río y ahora José Mazuelos, la Iglesia local ha sido y es un factor determinante en todo este proceso. Evocaremos las hasta diez variaciones de la Carrera Oficial, que con sus más y sus menos, se han aplicado, algo que sigue siendo una asignatura sin superar. Otro factor ha sido el interés político por apoyar a estos colectivos con cesiones, subvenciones y casas de hermandad, unos beneficios que a las hermandades las metió en el debate político local. El factor género también ha experimentado un enorme progreso.

En la actualidad tres mujeres son hermanas mayores en otras tantas cofradías. Estos es a grandes trazos lo que se recoge en 48 páginas de información e imágenes que, a unos les retrotraerá a otros tiempos y a otros, los más, le descubrirán aquellas semanas santas que conocieron sólo de oídas o a través de añejas fotografías o de imágenes de cámaras de carrete o con los primeros dispositivos analógicos o digitales.