"Despertar en los niños la fe no se logra con imposiciones"

No obstante, comenzó a estudiar Biología e hizo los dos primeros cursos pero a los 20 años decidió hacerse monja y comenzó su proceso de formación. "Interrumpí la carrera -señala- pero cuando ya me hice salesiana la continué a partir de los 24 años. Antes tuve mis cuatro años de formación en Teología: uno como aspirante, otro como postulante y dos como novicia, que los hice en Barcelona. Luego he estado destinada aquí, en Las Palmas, Roma y Sevilla, hasta que he vuelto aquí".

En la actualidad imparte clases de Ciencias y Religión y como directora de la casa, también coordina la pastoral y las actividades que no son propiamente curriculares, los tiempos litúrgicos, las campañas solidarias, los grupos de fe, el centro juvenil...

Dice encontrarse "feliz de haber tomado en su día la decisión de ser religiosa salesiana", aunque reconoce que "vivir la fe hoy en día es difícil, porque el ambiente no lo promueve, aunque con el cariño, el respeto y la alegría por lo menos conseguimos que los niños le tengan un especial cariño a la Virgen, conozcan el Evangelio y tengan los valores de Jesús aunque no vayan a misa. Eso es algo que no se consigue con imposiciones"