El Real Decreto aprobado por el Ministerio de Hacienda para ayudar a los ayuntamientos en una difícil situación financiera contempla la obligación de fijar el tipo de gravamen máximo marcado por la Ley de Haciendas Locales en los tributos municipales, lo que se traduce en subida de impuestos en muchos casos. Sin embargo, el gobierno local ha insistido en señalar que ha logrado convencer a Hacienda para que esta condición no se aplique a rajatabla en el caso de la ciudad teniendo en cuenta otras medidas que han motivado una importante reducción del gasto municipal.

No obstante, en el plan de ajuste se prevé que los tributos suban cada año en función del IPC que marque el mes de septiembre (la llamada eufemísticamente como 'actualización'). En cambio, sí se contempla subir el tipo de gravamen en las plusvalías y se compromete a reducir "al mínimo" las declaraciones de bien de interés municipal que permite rebajas en el tributo de construcciones (ICIO).

En cuanto al Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) el Ayuntamiento reconoce en el plan de ajuste que no es posible determinar qué va a hacer debido a que actualmente se está realizando una revisión catastral. En el documento señala: "Nuestro municipio se encuentra inmerso en dos procedimientos de valoración catastral, uno simplificado y otro parcial, cuyos efectos sobre el padrón del tributo no nos es posible valorar hasta que la Subgerencia Territorial del Catastro no finalice con los procedimientos y nos comunique los resultados definitivos de los mismos". Acto seguido, señala: "Otros factores de gran peso a tener en cuenta para la toma de una decisión al respecto serán la determinación del coeficiente de actualización para 2014, al que se ha acogido nuestro municipio, y que no se concretará hasta que no lo determine la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2014 y, también, la nueva fórmula de cálculo de la base liquidable del impuesto, hoy todavía en proyecto de ley en las Cortes Generales cuando la actualización de valores catastrales por aplicación de los coeficientes establecidos en las leyes de presupuestos generales del Estado determine un decremento de la base imponible de los inmuebles, que es, precisamente, lo que se prevé que ocurrirá en nuestro municipio".

En cuanto a las tasas, no se prevén tampoco incrementos por encima del IPC aunque esto suponga en casos como el transporte público o la extinción de incendios que no cubra el coste del servicio, tal y como exige Hacienda. Tampoco habrá cambios en las bonificaciones previstas en los tributos.

Por otro lado, el Ayuntamiento apunta que intentará reforzar la recaudación tanto voluntaria como ejecutiva. Con la primera, se seguirá apostando por promocionar los planes personalizados (el fraccionamiento de impuestos) y con la segunda se tratará de potenciar la inspección tributaria mediante una "mayor colaboración" con la Diputación (que se encarga de la gestión de algunos tributos) y con el Catastro. Además, se intentará alcanzar un convenio con la Agencia Tributaria para que el Ayuntamiento pueda embargar devoluciones de tributos que recauda el Estado como el IRPF o el IVA por adeudos municipales.