Juan Pedro Osorio pecó de iluso al creer a pies juntillas en las ayudas anticovid, que las administraciones vendieron a bombo y platillo como tabla de salvación para el empleo y las empresas. Este carpintero jerezano, con tres trabajadores a su cargo, ha pasado a engrosar la lista de empresarios y autónomos que asumieron el riesgo de mantener la actividad y al personal en lo más duro de la pandemia, sin más recompensa a su esfuerzo que el “más absoluto desprecio”.

Lo que Osorio califica de “negligencia burocrática” le ha privado de recibir una subvención de algo más de 5.200 euros (5.252 euros según sus cálculos), que la Junta de Andalucía le ha denegado por una 'deuda' de 2 céntimos de euro con la Hacienda pública, débito del que no tenía conocimiento y que le cobraron de su cuenta bancaria antes de emitirse la resolución. En este sentido, apela a la razón, para lo que esgrime el caso del hostelero jerezano al que la Junta también negó la ayuda por una deuda de 7 euros, pero que finalmente cobró.

El titular de la Carpintería y Ebanistería J. P. Osorio, ubicada en la barriada El Pimiento, acudió en mayo de 2021 a la convocatoria de ayudas para el mantenimiento del empleo asalariado destinada a las empresas afectadas por ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) tras la declaración del Estado de alarma por el covid.

Para poder acogerse a esta línea de ayudas, este autónomo jerezano -que aporta toda la documentación que corrobora su relato- debía estar al corriente de pago con las Administraciones públicas, para lo que 24 horas antes de tramitar la solicitud saldó una deuda que mantenía con la Consejería de Hacienda por una infracción de tráfico previa que le impuso la Guardia Civil por exceso de peso en el tráfico de mercancías.

Osorio, ya libre de cargas, presentó la solicitud, que acompañó del justificante de abono de la multa por el importe que le notificó la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, en concreto, 374,66 euros de los que 301 euros correspondían al importe principal, 60,20 euros al recargo de apremio y 13,46 euros a los intereses de demora.

Osorio en su carpintería de la barriada El Pimiento.

"No tiene sentido que te niegen una ayuda por una deuda de 2 céntimos que ni siquiera sabía que existía, suena a cachondeo"

Sin embargo, el carpintero recibió la resolución de la Dirección del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) denegándole la posibilidad de beneficiarse de la subvención por una deuda pendiente, de la que no se ofrecían más detalles. Para su sorpresa, comprobó que la multa había generado unos intereses adicionales de 2 céntimos por la demora en el pago, que la Junta embargó de su cuenta con fecha de 24 de junio -también aporta el justificante-, es decir, después de presentar la solicitud pero antes de emitirse la resolución.

En todo momento, el carpintero y sus asesores trataron sin éxito que la Junta les facilita información sobre el origen de la deuda que desconocían, hasta que verificaron el cobro de los dos céntimos a través de los extractos bancarios, por lo que ya en octubre presentaron recurso de reposición, que igualmente fue denegado por el SAE.

“No tiene ningún sentido que te nieguen una subvención de 5.000 euros por dos céntimos de una deuda que ni siquiera sabía que existía; suena a cachondeo, pero aún es más absurdo que no haya margen para subsanar el error porque en el sistema informático figuraba como moroso cuando se presentó la solicitud”, explica Osorio, quien denuncia su situación de indefensión jurídica frente a la rigidez de la Administración pública.

El carpintero, que puso su caso en conocimiento del Defensor del Pueblo sin que haya recibido aún respuesta, critica las trabas con las que se encuentran los autónomos en su intento de generar empleo. “Uno se parte la cara trabajando todo el día, pero te ponen el pie en el cuello en lugar de darte facilidades y encima te niegan una subvención por dos míseros céntimos de euros; es ridículo”.

Se da la circunstancia de que este autónomo también se quedó esperando hará cuestión de tres años otra subvención de la Junta de 5.000 euros por la conversión de un contrato eventual en indefinido. “Uno de los trabajadores se fue y aproveché para hacer fijo a un eventual y solicitar la ayuda, pero aquí sigo sin haber recibido explicación alguna de por qué no se me abonó”.