Jerez

Maratón en busca de un instituto

  • Un centenar de estudiantes pasa la mañana de un centro a otro para conseguir una vacante en Bachillerato El Coloma habilita a última hora 35 plazas para no dejar a ninguno sin escolarizar

Comienza el curso escolar postobligatorio con un total de 2.873 alumnos en sus clases, pero menos de los que quedaban por llegar. Indignación y desesperanza. Los rostros de los jerezanos haciendo cola en los institutos en la busca y captura de una plaza vacante se repetían ante las ventanillas de las secretarías. En la mañana de ayer salieron publicadas vía online la lista de los colegios públicos donde se asignarían a los alumnos, provenientes de colegios privados y concertados, que se habían quedado en lista de espera en la última adjudicación escolar. La principal diferencia era que el pánico entre los asistentes en los centros surgía como consecuencia a la forma de reorganización señalada por la delegación de educación: las plazas vacantes se cubren por orden de llegada. De esta forma, los alumnos de la enseñanza secundaria obligatoria ya finalizada y aún sin matricular en Bachillerato, coparon sobre las 8 de la mañana la puerta sin abrir de los colegios públicos predilectos, sin mencionar a los jerezanos que pasaron la madrugada en la puerta de La Granja.

Mientras tanto, algunos centros ya estaban manos a la obra antes de que esta lista causara 'descontrol' ciudadano. La semana pasada quedaba autorizada una nueva unidad de Bachillerato en el IES Seritium. La unidad en lenguaje escolar corresponde a un total de 35 alumnos que formarán un grupo de Bachillerato. Por otro lado, el IES Asta Regia realizaba el viernes pasado las llamadas oportunas a unos 5 ó 6 jerezanos seleccionados de sus listas de espera, para que se acercasen al centro a formalizar la matrícula. El servicio de administración explicaba ayer que "estamos llamando a los que se quedaron fuera en marzo. La ventanilla abre a las 10,30 y hasta las 12,30 los estaremos esperando". El instituto añadía la importancia de los puntos de cercanía, el orden de renta, el número mayor o menor de hermanos y las clasificaciones y nota media del expediente. "No hemos abierto una convocatoria, esto es algo extraordinario". Aunque extraordinario fue el esfuerzo que al final realizaron parejas de padres intentando que su hijo, ya sea por lo costoso que supone que un hijo curse Bachillerato o por diversos motivos personales, pudiera estar matriculado como muy tarde el día 15 de septiembre, fecha institucional y fijada del inicio del curso académico. Al final, la cercanía poco importaba.

El director del IES Fernando Quiñones, Germán Rodríguez, dirige un centro donde 49 alumnos de segundo de Bachillerato tienen su matrícula realizada y han podido comenzar con buen pie. Con tono tranquilo anunciaba que iban a abrir vacantes. "En segundo de Bachillerato sí se van a abrir. Preveíamos que iban a ser dos grupos porque la delegación el viernes dio el visto bueno y, como disponemos de un grupo que supera el número fijado, no se van a repartir 30 plazas exactamente sino, entre 15 y 20". Poco después salían las 7 plazas correspondientes a primero de bachiller.

La mañana del lunes amaneció con caras sonrientes de reencuentro en el IES Santa Isabel de Hungría. Aunque en el rellano del mismo se iba formando una fila larga para cubrir las 15 plazas vacantes que salieron publicadas para el curso de primero de Bachillerato de humanidades. Lo más impactante no es ver cómo los padres esperan que sus hijos puedan ser matriculados, sino cómo han esperado la noticia, han corrido y más tarde cuentan que algunos colegios han dado esperanzas en una lista de espera que ha acabado en cero.

Miriam Chacón tiene predilección por Los Salesianos pero "no han puesto nada. De segunda opción puse el Coloma y me han tenido hasta hoy esperando. Estoy indignada. He estado a las 9 en el Coloma y han tardado media hora en decirme qué plazas había y en qué colegios. Me he ido corriendo a Alvar Núñez que era lo que más cerca me cogía y me han dicho que he llegado demasiado tarde. He llegado aquí también corriendo y mira la cola". La joven estudiante de Las Esclavas viene acompañada de una compañera, estudiante del centro, y comenta que "mi madre me ha dicho que escoja el que me guste. Al fin y al cabo es mi decisión porque soy yo la que tengo que coger el autobús o ir andando. Este no es el que me coge el más cerca pero quiero una plaza".

Frente a ella, y varios números más adelante se encontraba Irene Mancilla. Con sus 16 años y con ganas de empezar Humanidades, deseaba entrar en Mundo Nuevo pero "aunque me dijeron que en septiembre habría plazas me he quedado la octava en la lista, igual que mis compañeros por delante". Su madre cuenta cómo "la han engañado porque le decían que había muchos niños que repetían, que fuera tal día, que habían plazas guardadas. Hemos ido varias veces y nos han dado esperanzas. Al final era todo mentira porque todos los que estaban en espera, los 14, se han quedado en la calle".

Ángel, su compañero, protagoniza el número 6 en la lista de espera de Mundo Nuevo. Su padre, con desazón, vive la situación como "una selva" después de pasar los minutos ante un ordenador. Al contrario, Esmeralda Salas recibió una llamada el domingo desde la delegación de Educación después de pasar el viernes reclamando la situación que estaba pasando viendo que su hijo, jugador del Cádiz, iba a tener que quedarse un tercer año interno en Puerto Real.

La tormenta terminó para 70 jóvenes y con el anuncio tardío aunque necesario por parte del servicio de Planificación y Escolarización, de que se iba a abrir una unidad con 35 plazas en el colegio Padre Luis Coloma en la rama de humanidades. Queda reclutar a aquellos que faltan, sin contar los que querían este centro y ya están matriculados tras el tour por la ciudad.

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