“Más de 12.000 jerezanos, según anunció en su día a bombo y platillo el PSOE, se beneficiarían del Ingreso Mínimo Vital. Cuatro meses después, sólo 300 jerezanos han recibido esta prestación de los alrededor de 6.000 que lo han solicitado”. Son datos que se desprenden de la respuesta que el Gobierno ha dado a la diputada del PP María José García-Pelayo, quien ha denunciado “la mínima ejecución de esta medida puesta en marcha por el Gobierno de España para atender a las personas en especial situación de vulnerabilidad y falta de ingresos”.

Esto significa que el Gobierno de PSOE y Podemos “sólo ha reconocido este derecho al 1.8% de los jerezanos solicitantes, un dato preocupante teniendo en cuenta la situación de vulnerabilidad y falta de recursos que sufren las familias que piden esta prestación”, señala García-Pelayo.

Además, la diputada nacional del PP ha lamentado que la provincia de Cádiz “sea una de las que más está sufriendo las consecuencias económicas de la pandemia y el crecimiento del paro sea de las más afectadas por la falta de diligencia y engaños del Gobierno en torno al Ingreso Mínimo Vital y que la media de expedientes resueltos esté nada más y nada menos que 8 puntos por debajo de la media nacional”.

García-Pelayo denuncia que PSOE y Podemos “están jugando con las inquietudes de muchas personas al crear falsas expectativas en torno al Ingreso Mínimo Vital. Al final, el tiempo ha demostrado que se trataba de un cuento bancario con el que se ha engañado a muchas personas”.

Al mismo tiempo, ha rechazado los argumentos esgrimidos por el Gobierno para justificar el atasco en la gestión del Ingreso Mínimo Vital y del que "culpa a los solicitantes por no saber presentar adecuadamente las solicitudes y por no cumplir los parámetros establecidos".

“Pedimos un stop al Gobierno de las propagandas, no se puede gobernar desde la pancarta, la propaganda y el engaño precisamente a las personas más vulnerables. Pedimos que se dejen de cuentos y se incrementen los recursos personales para poder atender la solicitudes”, concluye María José García-Pelayo su referencia al Ingreso Mínimo Vital.