Multitud de naves abandonadas en el Parque Empresarial son desvalijadas

La cara oculta del Parque Empresarial

  • Multitud de naves se encuentran abandonadas a su suerte desde hace años

  • En estos casos la delincuencia hace acto de presencia para llevarse todo lo que queda de valor en ellas

La nave de la antigua empresa de transportes Buytrago, totalmente desvalijada.

La nave de la antigua empresa de transportes Buytrago, totalmente desvalijada. / Pascual

La vida diaria del Parque Empresarial y Comercial Norte continúa siendo muy activa a todos los niveles. Por otra parte es normal, son más de 150 empresas las que actúan en la zona y el movimiento es palpable cada mañana. Concesionarios de las principales marcas están afincados allí. Aunque no sólo ellos, también grandes marcas y empresas locales que eligieron en su momento las naves de la zona para efectuar su trabajo.

A pesar de la evidente actividad y el buen ambiente que se siente en la zona, con zonas ajardinadas aparentemente bien cuidadas y con claros signos de limpieza -algo que escasea en otras zonas de la ciudad-, el Parque Empresarial también vive una cara oculta. Una cara que pocos conocen y que lleva tiempo permaneciendo en la sombra. Se trata de la desatención y el saqueo que sufren diferentes locales o naves -como prefieran llamarlas- que en su momento fueron embargadas o abandonadas a su suerte. Hay muchos casos, aunque mayormente fueron empresas que decidieron partir del lugar hacia otro más prometedor y muchas otras a las que la fuerte crisis de años atrás las dejó fulminadas en el acto, sin capacidad de reacción.

Esto último le ocurrió a la conocida empresa de transportes Buytrago. De ella, que quebró hace ya cuatro años y que recordarán por la problemática que hubo con unos trabajadores que quedaron desamparados de la noche a la mañana, tan sólo quedan cuatro muros y un techo. Nadie impidió que delincuentes se llevaran todo lo que encontraban a su paso, desde el cableado eléctrico hasta las mismas puertas. Lo que fuese. En los próximos días quedará menos aún de ella, ya que la conocida marca automovilística Toyota, cuya sede colinda con esta antigua nave, ha adquirido el edificio para incluir vehículos de ocasión en el mismo y ampliar su oferta. Por tanto, ahora mismo la antigua sede donde actuaba Buytrago está siendo derrumbada para ser reconstruida posteriormente por Toyota.

También, la empresa arcense Super Carmela adquirió hace ya dos años el antiguo edificio que albergaba en su momento a la Harinera 'El Caballo' para instalar allí su centro logístico. Hasta este año no ha sido cuando se han puesto manos a la obra para demoler ese antiguo recinto, del cuál solo se puede apreciar su fachada, el hueco de las puertas y ventanas y un montón de escombro agolpado en su parte delantera. Ahora el edificio recobrará la vida después de ser perpretado por multitud de delincuentes y de sufrir el abandono total durante años.

Algo parecido se intuía que iba a ocurrir con otro de los recintos, por llamarlo de alguna forma, que allí se encuentran. Igual que con el anterior, sólo quedan cuatro muros y un techo. Las rejas que lo protegían llevan tiempo sin estar ahí. Por supuesto, tampoco queda rastro de la puerta que controlaba la salida de vehículos y personal. Lo máximo que se puede divisar desde las ventanas rotas del edificio es algún cable 'pelado' colgando del techo. Poco más. Parece que éste podía renacer, o eso indicaba un cartel colgado de la fachada que indicaba que "próximamente apertura de gasolina low cost". Desde luego, movimiento en su interior o sus alrededores no hay. La nueva gasolinera tendrá que esperar.

Mucha menos suerte han corrido otros edificios del Parque Empresarial. Lamentablemente no son uno ni dos. Llevan años, algunos desde el inicio de la crisis, sin actividad alguna. Si sumas el abandono de un edificio expuesto a las inclemencias meteorológicas y a la falta de mantenimiento a los robos y destrozos cometidos, se crea un caldo de cultivo perfecto para que el desastre sea evidente. Son los casos de Diselec (antigua empresa de diseños eléctricos), Tien21 o de una pequeña empresa dedicada a la fontanería. En el caso de la antigua Tien21, al menos, aún está en venta y se espera que algún comprador recobre la vida del lugar que lleva tantos años en el dique seco. De las demás solo quedan naves ruinosas de las que poco se conoce de su futuro. En algunas en las que tan sólo queda la estructura -ni siquiera el techo- la máxima vida que se puede apreciar es la de multitud de matojos que alcanzan ya el metro de altura.

Se han convertido ya en un paisaje habitual para las empresas vecinas de estas envejecidas naves. Se trata de la cara y la cruz de una zona empresarial. Puedes ver a una gran marca trabajando a destajo diariamente y a su lado un edificio saqueado y abandonado desde hace años.

Cuenta uno de los empresarios de la zona a este medio que el Parque Empresarial es semi-privado. De hecho, son las propias empresas que allí actúan las que corren con los gastos de mantenimiento del lugar para que la zona se encuentre en perfectas condiciones. "La zona es buena, está todo muy bien, pero sólo hay un vigilante privado de lunes a viernes por las noches y los fines de semana todo el día", explica. Este empresario ha tenido la suerte de que su nave siga intacta, aunque asegura que en las últimas semanas han entrado a robar en edificios cercanos al suyo. Además, cuenta que "he tenido que llamar varias veces a la policía porque vienen a robar material de naves abandonadas o embargadas a plena luz del día incluso, no se esconden". Lo peor de todo es que "la policía me dice que si el dueño no denuncia poco pueden hacer ellos. Los detienen y en pocas horas están en la calle de nuevo".

La cuenta pendiente de esta ciudad continúa siendo el vandalismo. Es difícil tener todas las zonas controladas, pero no existe empresa que quiebre o abandone su sede que no sea desvalijada de arriba a abajo, quedando totalmente impune el autor de los hechos. Da igual la zona de la ciudad, Norte o Sur, Este u Oeste. No tienen piedad. Y en este sentido, un aumento de la vigilancia nocturna, ya sea privada o del propio cuerpo de policía nacional y local, vendría a las mil maravillas. Aunque ¿A quién le importa una nave vieja, de propiedad privada y que ha sido embargada posteriormente a su dueño?

Todo hace indicar que la cara oculta de esta zona empresarial está comenzando a regenerarse con nuevas empresas que se están encargando de hacer olvidar a aquellas que cayeron por la fuerza de la crisis económica. Otras, en cambio, continúan abandonadas a su suerte esperando que algún día puedan volver a recobrar la vida empresarial.

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