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Zambombas este fin de semana en Jerez

La Virgen ante la casa de Jerez pone el epílogo de la romería

Rocío 2012

Sobre las diez y media de la mañana se produjo la llegada del paso a la hermandad, donde estuvo sólo un minuto

La Virgen del Rocío ayer pasando entre multitudes ante el Simpecado morado de la hermandad de Jerez./Pascual
Francisco Abuín / El Rocío / Enviados Especiales

29 de mayo 2012 - 01:00

A las 10,26 minutos de la mañana la Virgen del Rocío visitaba el Simpecado de Jerez, unas siete horas después de que saliera de su ermita en la procesión que cierra la romería. Apenas fue un minuto el tiempo que estuvo el paso frente al estandarte jerezano. Unos segundos que no satisficieron las expectativas de las centenares de personas que se agolpaban en los alrededores de la casa jerezana en la calle Almonte. Fue una llegada precedida de otras visitas a los cinco simpecados que se sitúan junto a Jerez en la explanada de esta calle, totalmente abarrotada de público, diríamos que más que nunca, algo que ha sido el denominador común durante la noche. Una circunstancia que al menos resultó extraña fue las veces que el paso cayó al suelo, al menos una decena de veces en el perímetro que va desde la casa jerezana hasta la de Dos Hermanas, justo enfrente. La secuencia horaria de la mañana comenzó sobre las 10 horas en la que empezaron a sonar palmas por burlerías y el campanil en jerez llamando a la Virgen, mientras que ésta empezaba a mirar a jerez aunque le quedaban detrás media docena se si pecados por visitar. Un primer intento fue a las 10,05 minutos. El simpecado de jerez se alza en manos del secretario Sergio Gutiérrez y el cura es subido pero la Virgen se volvía a marchar. A las 10,25 minutos visita todos simpecados antes de jerez y se para junto a la casa situada a la de Jerez, donde Las Sabinas cantaron al completo unas sevillanas, con sus cuatro palos correspondientes, con el paso muy quieto frente a esas jóvenes almonteñas, una 'quietud' que no se volvió a repetir. Y a las 10,26 de la mañana visitaba a Jerez. Se rezó la correspondiente Salve seguida de los vivas a la Señora, todo se prolongó durante un corto minuto, con un cordón de gente almonteña, que este aló vistió camisas blancas para distinguirse del resto. Así fue poco más o menos como sucedió la mañana del lunes para la gente rociera jerezana, una llegada un tanto fría y hasta cierto punto con una presencia casi de pasada porque tras el momento del cante de las jóvenes, el paso enfiló hacia el porche de la casa, sin más demoras. Son las cosas que suceden en el Rocío donde se tienen gestos especiales con determinadas hermandades o personas pero que no se equilibra con los que debe ser el instante esperado cada año por parte de las corporaciones que anhelan una visita al menos intensa. No hubo petalada como otros años, el balcón de la casa tenía hasta el esterón echado, sin más adornos. Sin entrar en comparaciones, ni mejor ni peor - cada junta de gobierno hace lo que cree conveniente-, no estaría de más recuperar esa llegada en la que las flores caían en abundancia desde el tejado de la casa. No se trata más que darle realce a este momento de la visita y seguro que los de abajo y la gente que espera, lo sienten más intensamente. Son las cosas que tienen esos elementos externos que tienen su importancia. En cualquier caso, la junta y el hermano mayor no ocultaban su satisfacción por lo vivido. Y mucho más en fue el post, cuando la casa acoge a los centenares de jerezanos que disfrutan de la procesión a los que se les ofrece una copa de jerez o un refrigerio, que viene mejor en una mañana que fue calurosa sin excesos, con un cielo con alguna nube alta que hizo de generoso toldo para aguantar la espera de la llegada de la Virgen en la explanada. Entre tanto poco después del mediodía se recogía la Virgen cerrando la procesión, un adiós que es un hasta pronto porque el 19 de agosto próximo se volverá al traslado de la Señora en el traslado que cada siete años se lleva a año desde la aldea al pueblos e Almonte, donde permanecerá nueve meses hasta que en las echas cercanas a la romería regrese a su ermita. Así, el mundo rociero tiene otra cita fundamental este verano con un acontecimiento único que se rodea de unos símbolos exclusivos que bien merece vivirlos.

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