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Jerez

La mujer asesinada murió tras recibir una sola puñalada en pleno corazón

  • Los primeros análisis destacan que el homicida no estaba bajo los efectos de las drogas. Ha sido incluido en la prevención de suicidios del complejo penitenciario de El Puerto

Tan sólo una puñalada asestada directamente en el pecho, la cual alcanzó el corazón, bastó para acabar con la vida de Raquel Barrera, la jerezana fallecida la madrugada del pasado domingo a manos de su esposo, José Antonio Cantalapiedra. Tras no declarar ante el juez al encontrarse en un estado de "aturdimiento absoluto", el detenido fue internado en el complejo penitenciario de El Puerto y allí, según pudo saber este medio, fue entrevistado tanto por el psicólogo como por el educador de la prisión portuense antes de ser incluido en el programa de prevención de suicidios. Esto viene a significar que en todo momento está acompañado por un preso de confianza que no le deja solo jamás.

El expediente del caso por el momento apenas cuenta con cuatro folios de la instrucción policial, a la espera de que se adjunte el informe de la autopsia, la cual fue realizada el pasado domingo. Dicho examen médico será el que determine al detalle qué órganos se vieron afectados por la puñalada, la cual fue infligida con un cuchillo de cocina.

El conocido abogado jerezano Alfredo Velloso se ha hecho cargo de la defensa del presunto homicida a petición de la familia del mismo, la cual se encuentra sumida en un estado de tristeza absoluta dadas las buenas relaciones que guardaban con la víctima y con su familia. Velloso vino a confirmar a este medio lo ya conocido, que el presunto agresor avisó a la Policía Local tras la agresión creyendo que había matado a su esposa "tras ver la gran cantidad de sangre que ésta había perdido". Desgraciadamente sus temores se tornaron totalmente reales.

Según datos a los que ha tenido acceso este periódico, la agresión se produjo en la cocina del domicilio familiar, después de que ambos estuvieran cenando fuera con un grupo de amigos. Los agentes dieron aviso a los servicios de emergencia y custodiaron el arma homicida para que fuera remitida a los expertos forenses. Él estaba en pijama, ella, en el suelo y con ropa de calle. Al parecer no regresaron juntos.

Sobre el estado de José Antonio Cantalapiedra cabe destacar que éste presentaba tres cortes en su cuerpo cuando llegó la Policía a su domicilio en la calle Garganta de Buitreras, junto a la avenida Nazaret. Se trataba de dos heridas en el cuello y otra en la muñeca izquierda las cuales se causó tras haber intentado suicidarse sin conseguirlo. Eran leves.

La pena mínima a la que debería enfrentarse el presunto homicida serían unos doce años de prisión, diez de ellos por el acto criminal en sí y dos más por la relación de parentesco (marido y mujer) que mantenía con su víctima. La familia de la mujer fallecida es muy conocida en la ciudad, al haber estado su padre, Luis, muy relacionado con el sector de la construcción a través de la conocida gestora de cooperativas 'Jerezana de Comunidades'.

Un hecho especialmente destacable es que los análisis realizados al detenido (que se encuentra encarcelado bajo prisión provisional) han dado negativo en lo que se refiere al consumo de sustancias estupefacientes. Igualmente, el forense ha procedido a tomar una muestra de orina al inculpado para comprobar si estaba bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Este terrible caso ha sido un mazazo para ambas familias. No en vano, en la calle Porvera -donde residen los padres de la víctima- hay incluso quienes dicen que "en más de una ocasión el padre decía que quería a su yerno como si se tratase de un hijo, tal era la confianza entre ambos. Lo que ha pasado no se lo explica nadie". Tanto es así que incluso en el sepelio por la víctima, celebrado en el Tanatorio de Jerez, estuvieron presentes familiares directos del presunto homicida.

Un hecho destacable es que este caso será visto por un jurado popular. No en vano, a mediados de la próxima Semana Santa se dictará el denominado auto de concreción de hechos, mediante el cual el juez que instruye el caso vendrá a informar a las partes de que los hechos que tiene ante sí son susceptibles de ser calificados como homicidio y que, por tanto, deberán ser vistos por un tribunal profesional y nueve jurados. Las vistas tendrán lugar probablemente durante el primer trimestre del próximo año.

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