Sor Teresa, en la cocina del Comedor, durante la preparación del almuerzo.

"Primero fue indignación, luego susto". Sor Teresa, directora del Comedor del Salvador y superiora de la comunidad de las Hijas de la Caridad de Jerez, sufrió el pasado jueves un atraco por el que le sustrajeron 6.000 euros. Desde entonces, la ciudad se ha volcado en donaciones para tratar de reponer dicha cantidad que estaba destinada a pagar a proveedores de la guardería y del comedor social que se ubican en el mismo centro. "Desde que uno de nuestros trabajadores dio a conocer el hecho en las redes, no hemos parado. Lo mismo asociaciones, que las hermandades, que peñas varias, particulares... se han volcado con nosotros", cuenta. 

En todos los años que Sor Teresa lleva 'ejerciendo' asegura que nunca "me había pasado nada parecido, gracias a Dios, y espero que no se repita. No vi nada, no sentí nada, sólo sus manos en la bolsa. No sé si me venía siguiendo, si estaba entre los coches de la plazoleta, si alguien le dio el aviso... Mentalmente repaso el hecho muchas veces, muchas veces y no sé de dónde salió el individuo. No lo sé, no lo sé. Sin duda, lo hizo de una forma muy sigilosa". 

¿Qué le diría si tuviera delante al autor ahora? "Espero que lo detengan, pero en el primer momento del suceso no sé qué le hubiera hecho porque, en un primer momento más que susto tenía indignación. Ahora me puede mas el susto. La verdad, pues le haría recapacitar por qué lo ha hecho cuando si está necesitado hay muchos sitios a los que puede acudir para que le ayuden, si es una necesidad lo que tiene. Por desgracia, lo dudo. Si este dinero hubiera ido para paliar la necesidad de familias necesitadas, me doy por satisfecha, pero por desgracia lo más seguro es que haya ido a droga o a mal uso. Eso me duele más todavía. Al individuo le diría que hay que pedir si se necesita, no robar a nadie. Hemos rezado por él para que recapacite y no lo vuelva a hacer".

Tras el suceso, Sor Teresa reconoce que le ha "cogido un poquito de miedo a salir. De hecho, todavía no he salido. Me da reparo. Tendré que reiniciar e ir cogiendo de nuevo confianza". 

Sor Teresa, Teresa Pérez Coto, lleva cinco años destinada en el Comedor. Nació en Badajoz, en 1959. Sus superiores la han mandado a todo tipo de obras por Extremadura y, sobre todo, por Andalucía: trabajar con niños en casas-cuna, con ancianos, enfermos en hospitales, enfermos de SIDA, obra sociales, comedores, centros de acogida... 

Cuando se le pregunta por cómo le llegó la vocación, "¡ay, eso fue hace muchos años!", dice con una carcajada. "Yo estaba haciendo las prácticas de auxiliar de clínica en el hospital de Badajoz y allí fue cuando conocí a las hermanas de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Su entrega, su dedicación, su modo de hacer las cosas me llamó la atención. Me gustaba estar allí cada vez más y veía que aquello me estaba encandilando, aunque luché porque no era la vida que yo me había imaginado. Pero al final, el Señor te da luz y te da fuerza para romper con todo e iniciar un nuevo camino. Mi deseo es llevar la vida más sencilla posible, entregada siempre a los demás, especialmente a los más necesitados, a la comunidad, a los trabajadores. En definitiva, estar al servicio de los que me rodean". 

Sor Teresa hace un llamamiento para que "la gente no nos olvide el resto de los 365 días del año. Entendemos que de esta manera tan desbordante como ha sido esta última semana no es posible, claro, pero debo decir que en el silencio y en el anonimato de cada día no paran de traernos alimentos y donativos".