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La madre de la menor acosada en el IES Romero Vargas de Jerez: "O hacían algo desde el centro o yo me metía"
La familia de la adolescente confiesa "que ahora mismo tiene miedo de ir a clase y de las represalias que pueda tener"
Acoso escolar en Jerez: las redes se inundan con los mensajes escabrosos que recibe una alumna y el instituto expulsa a los acosadores
"Ella está muy afectada, triste y yo estoy con miedo de que la niña haga algo que no debe. A ella le encantaba ir a su instituto, le gusta mucho participar en todo y ahora mismo tiene miedo de ir y de las represalias que pueda tener". Son palabras de la madre de la menor que ha denunciado acoso escolar en el instituto Romero Vargas.
La familia de la adolescente de 15 años cuenta que a causa de un fuerte episodio de estrés y ansiedad (tras la muerte de un familiar) "perdió el pelo en cosa de dos días". "Imagínate lo que es para una niña de su edad eso... Ella fue a su centro y es cierto que la mayoría de los compañeros la ha arropado, incluso gente de otras clases, pero el primer día que fue al instituto así (el 6 de octubre) un compañero comenzó a cantarle la canción de Caillou, de Pocoyó, y a insultarla diciéndole 'calva'. Un día ella ya se enfadó y le dijo 'no te voy a pasar ni media', y el niño se puso como un energúmeno, le gritó, le insultó y ella fue a Jefatura. Vamos, ella ha ido desde el primer momento a Dirección y él llegó a reconocer que la había insultado", cuenta la madre.
"Le hicieron firmar un acuerdo de no decirse nada entre ellos, cuando el que insulta es él. ¿Qué parte de convivencia? Así se coloca a los dos niños a la misma altura, con la misma responsabilidad y no es así. Ella no está haciendo absolutamente nada. Pues bien, el mismo día que firman ese pacto de convivencia aparece la primera nota en el pupitre de mi hija, que ponía “móntate un Sandra, calva”. Ella cogió la nota y la llevó a Jefatura de Estudios. Cuando volvió a clase después de entregar la primera nota, dentro de la mochila se encontró la segunda carta que ponía 'ándate con ojo, calva'. El centro dice que nadie ha visto quién pone las cartas, pero se podrá hacer algo por identificar al menos la letra, ¿no?", cuestiona la familia de la menor.
La madre de la alumna denuncia que "a partir de ahí, cada día que iba al colegio, una cosa nueva. En el portafolio le escribieron "mátate, puta calva". El acoso verbal acabó, pero aparecieron las notas, ¿mucha casualidad no? Nos hemos enterado por la gente de la expulsión de dos niños. Uno de ellos es el que a ella le insultaba, pero no se le expulsa por eso, sino porque difunde un mensaje de audio al grupo de clase en el que se habla de mi hija".
"Cuando el centro me dijo que había abierto el protocolo de bullying fue cuando me empezaron a informar. Mi marido escribió por Ipasen una nota preguntando y lo que respondieron fue que habían tenido una reunión y que por eso no se habían puesto en contacto con nosotros antes. Al día siguiente nos llamaron diciendo que se abría el protocolo. Al siguiente acudimos a una reunión y solicitamos todo el protocolo por escrito, los pasos a seguir, y no nos han mandado nada. El viernes le preguntamos de nuevo y no nos responden", lamentan los padres.
La madre de la menor confiesa que su hija "tiene inseguridad, estrés continuo. Me parece muy injusto que esté así, cuando por su edad ella debería ir tranquila a su instituto y no estar preocupada por 'qué me van a tener preparado hoy', 'qué me voy a encontrar hoy', 'a ver qué me van a querer hacer'... Para mí no es una opción, como me han dicho en el centro, cambiar a mi hija de instituto. Si hago eso, le estamos dando el poder al agresor, porque a él no le pasa nada".
"Ella es muy sensible, muy empática. Este viernes ella le dijo algo muy duro a un médico, que a mí me entró de todo. Mi hija dijo: "Porque he caído en la familia que he caído y me apoya, si no, yo a lo mejor no estaría hoy aquí". Ella lo que nos dice es que lo que quiere es estudiar tranquila, que no quiere conflictos con nadie, ni crearle conflictos a nadie. Ella quiere estar tranquila. No quiere nada malo para nadie. No sabemos 100% quién ha escrito las notas, sí sabemos quién la ha insultado de forma oral", subraya la madre.
Ante toda esta situación los padres dijeron al centro "o hacéis algo vosotros o me meto yo, tomaré acciones legales. No vamos a esperar más. Queremos que se investigue a fondo y que haya medidas contra las personas involucradas. No vamos a parar. Queremos explicaciones". De hecho, hace unos días ya presentaron una denuncia en la Policía Nacional relatando lo sucedido.
El jueves fue el último día que acudió a clase porque tenía un examen: "En un intercambio de clase le cogieron el móvil, le quitaron la funda del móvil (transparente) y le escribieron 'mátate'. Se ve que el que lo hizo no esperó a que se secara la tinta, porque está un poco emborronado, pero se intuye. Todos los días que ha ido a clase se ha encontrado algo".
La Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional detalla en un comunicado que el día 23 de octubre se aplicó "una medida disciplinaria de expulsión de los alumnos implicados en la difusión de comentarios ofensivos", y que, "a raíz de las reuniones y contactos mantenidos con la familia de la alumna y la evaluación de las distintas situaciones, el centro ha abierto también, con la supervisión de la Inspección Educativa, el protocolo de prevención del suicidio y conductas autolíticas". Además, Educación informa de que "previamente, el centro había llevado a cabo una intervención para tratar de mejorar la convivencia en ese grupo de clase".
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