"Mi padre falleció la madrugada del sábado 22 de febrero a las 2,10 de la madrugada y no pudimos enterrarlo hasta las 12 del lunes 24". Lo que cuenta Juan Manuel Castro es consecuencia de lo que el gobierno local llama "reorganización de los servicios" del cementerio. A pesar de que el Ayuntamiento habla de un problema puntual, Castro recuerda que "tuvimos que esperar casi 60 horas para enterrar a mi padre, no me parece lógico y no quiero que nadie más pase por esto".
Explica que, tras certificar el médico el fallecimiento, "desde la funeraria ya nos advirtieron que sería muy complicado enterrarlo el domingo y nos dieron la posibilidad de incinerarlo, ya que para eso no había problema". Sin embargo, "la voluntad de mi padre siempre fue enterrarse en el nicho de la familia y no estábamos dispuestos a hacer otra cosa".
Aun así, Juan Manuel Castro reconoce que ha sido "muy duro estar dos días en el tanatorio, nos teníamos que turnar porque fueron muchas horas". "Al dolor de perder a un ser querido se le une el tener que esperar tanto tiempo", lamenta.
Además, asegura que aunque fue dolorosa la situación "mi padre tenía 88 años y lo aceptas porque es casi ley de vida, pero justo al lado el mismo fin de semana había un hombre que había perdido a su mujer con 58 años. Dos días enteros ahí sufriendo. No le deseo a nadie el dolor que hemos pasado".
Castro asegura que no culpa de nada a los trabajadores del Ayuntamiento. "Me han dicho en el tanatorio que, al parecer, les había quitado unos pluses o algo. No sé qué ha pasado, pero entiendo que si trabajan en domingo le tienen que pagar como tal", añade.
Por todo ello, pide una solución para que esto no vuelva a ocurrir "porque tengo entendido que esto lleva pasando unas tres semanas sólo. Desde entonces, todo el que fallezca después de un viernes a las 23:59, no se puede enterrar hasta el lunes porque no se hacen entierros los domingos".
Tras la denuncia pública de Juan Manuel Castro, fuentes del gobierno local han recalcado que "el retraso en el cementerio ha sido una situación puntual y el propio delegado se trasladó al tanatorio en este caso para hablar con la familia". "No hubo margen para articular el servicio con el margen que se contó desde que dieron el aviso y uno de los familiares trasladó al delegado que entendía las circunstancias y la adaptación del servicio a las actuales circunstancias de menor demanda", han destacado.
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