Desde ayer las personas que acudan a visitar a un enfermo al hospital deben abandonar las habitaciones a las ocho de la tarde, de acuerdo al plan de visitas que ha empezado a aplicar el centro sanitario, hasta ahora un centro de 'puertas abiertas' que había provocado un deterioro de la intimidad del paciente, un elevado ruido a determinadas horas e incluso problemas de seguridad, con robos tanto en las habitaciones como en áreas de trabajo, según admitió la propia gerente del centro, María Fernanda Raposo, que detalló ayer el nuevo régimen de visitas, acompañada de los miembros de los colectivos de vecinos y consumidores que han participado en su elaboración. Además, por motivos de seguridad, entre las 23,00 y las 7, 00 horas, de las más de treinta puertas que tiene el hospital, sólo permanecerán abiertas las de Urgencias y la principal del Materno-Infantil para personas autorizadas.

Las visitas se restringen a las tardes de lunes a viernes (de 16,00 a 20,00 horas) mientras que los sábados, domingos y festivos el horario se amplía a las mañanas, de 11,00 a 13,00 horas. Durante este horario en la habitación sólo podrán permanecer dos visitantes además del cuidador principal. La gerente señaló que estas medidas permitirán también una mejora en la información a los familiares, una de las quejas más frecuentes. "Lo que ocurría es que los profesionales no sabían muchas veces a quién dirigirse y al final se daba un informe por escrito tras el alta". Ahora el plan da carácter de oficialidad al cuidador principal del paciente, que tendrá una tarjeta identificativa que le permitirá permanecer todo el tiempo con el enfermo, ser el receptor de la información clínica y el interlocutor con el resto de familiares. El cuidador principal podrá turnarse también con otros familiares tras acordarlo con su enfermera o médico de referencia.

En cuanto a las visitas de los menores de 12 años, se permitirán sólo cuando la estancia del paciente sea superior a diez días, los domingos por la mañana de 11,00 a 13,00 horas.

Ayer se empezó a contactar ya con los pacientes ingresados para que designen al cuidador principal y facilitar las dos tarjetas para las visitas de otros familiares o amigos. A todos los enfermos que ingresen a partir de ahora, en el momento de su ingreso se les dará sus tarjetas y mañana se instalarán mesas de información a los ciudadanos y se iniciará un control más exhaustivo de las visitas.

La directora no ocultó que el plan no tendrá éxito si no se cuenta con la concienciación de todos, "desde los usuarios hasta los profesionales del centro". Respecto a cómo han recibido los profesionales estas medidas teniendo en cuenta que serán ellos los que pidan a los familiares que abandonen la habitación fuera de horario, la gerente admitió que "no tenemos una información muy directa, pero ellos hace tiempo que venían pidiendo que hubiera algún control de las visitas. Yo creo que a ellos también les vendrá bien que esto se regularice y que quede por escrito con quién tiene que contar, y a quién le puede decir, con el apoyo de su autoridad profesional y de los ciudadanos, que salga de la habitación".

El secretario general de Facua, Jesús Yesa, una de las organizaciones que ha colaborado con el plan, señaló que estas normas supondrán una clara mejora "y avance en la calidad del servicio que el hospital presta al usuario. No se rebajan los derechos de los usuarios, sino todo lo contrario, porque se produce además la legitimación oficial de la figura del acompañante". Yesa pidió la colaboración de los ciudadanos y el respeto a las normas. Advirtió, no obstante, que no son unas medidas inamovibles y que se ha llegado a un acuerdo con el hospital para hacer un seguimiento de los resultados de su aplicación. En la misma línea, el representante de la Federación de asociaciones de vecinos 'Solidaridad', Luis Valle, indicó que este plan de visitas favorecerá al bienestar del paciente y explicó que la federación celebrará un consejo vecinal para informar a todas las asociaciones.